Adorni desprecia al interior: “No nos preocupa” el estado de las rutas nacionales
La declaración del vocero presidencial Manuel Adorni encendió una vez más la alarma sobre la desatención del gobierno nacional hacia las necesidades más urgentes del interior del país
POLITICA INTERIOR
Julian Pereyra
12/17/20242 min read
. En una conferencia de prensa realizada este martes, Adorni admitió que el Ejecutivo “no tiene ningún tipo de preocupación” por el estado de las rutas nacionales, muchas de las cuales presentan un deterioro alarmante y un riesgo constante de siniestros viales.
El intercambio se dio luego de que un periodista de Mendoza consultara sobre las prioridades del gobierno en el mantenimiento de las rutas de jurisdicción nacional, especialmente ante el aumento de tráfico que se espera en verano y el impacto en la seguridad vial. La respuesta del funcionario fue contundente: “Desconozco cuál es el estado de cada una, a quién pertenecen y en tal caso quién es el responsable”. Más allá de esta primera reacción, ante una repregunta que buscaba ahondar sobre la preocupación del gobierno por prevenir accidentes, Adorni reafirmó que “no tenemos, desde lo que respecta a la jurisdicción nacional, ningún tipo de preocupación”.
Estas palabras no hicieron más que profundizar el malestar de numerosas provincias, entre ellas Santa Fe, que lleva meses reclamando la atención del gobierno de Javier Milei hacia la mantención de las rutas nacionales. La ruta 34, una de las principales vías de comunicación en el norte santafesino, ha sido señalada por la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) como la traza con mayor siniestralidad en la provincia, según un estudio del Observatorio Provincial de Seguridad Vial.
El abandono de las rutas no es solo una cuestión de infraestructura: es una problemática que pone en riesgo directo la vida de miles de argentinos que las transitan diariamente. Este deterioro también repercute en la economía de las provincias, dificultando el transporte de bienes y afectando a sectores como el agro y la industria. Sin embargo, lejos de asumir un compromiso para revertir esta situación, la administración de La Libertad Avanza parece desentenderse por completo.
En Santa Fe, el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, ya había criticado duramente al gobierno nacional, calificándolo de “porteñocracia” por centrar sus esfuerzos exclusivamente en Buenos Aires y desatender al resto del país. “La provincia se ve obligada a afrontar esta crisis con recursos propios y obras provinciales, pero no descartamos acudir a la Corte Suprema por la falta de acción de Nación”, declaró el ministro la semana pasada.
Esta postura centralista no solo afecta la infraestructura vial; también evidencia una indiferencia estructural hacia las necesidades del interior. Desde la falta de inversión en salud y educación hasta el abandono de sectores productivos clave, el modelo de gestión actual parece consolidar un esquema de desigualdad entre las regiones.
El verano está cerca, y con él aumenta el tráfico en las rutas nacionales. Miles de familias viajarán por caminos que hoy representan un peligro para su seguridad. Mientras tanto, el gobierno nacional elige mirar hacia otro lado, dejando en claro que sus prioridades no incluyen garantizar las condiciones básicas para un país que, más que nunca, necesita una gestión federal y comprometida.