Argentina, una vez más vendida al FMI: el circo libertario y la hipocresía de Milei
La aprobación en Diputados del DNU de Javier Milei para un nuevo acuerdo con el FMI marca otro capítulo oscuro en la historia de la entrega nacional. Lejos de la “libertad” que pregona, el gobierno libertario sella un pacto que solo traerá más deuda y sometimiento, hipotecando el futuro de generaciones enteras. Mientras tanto, el Congreso se convirtió en un circo lamentable, con diputados oficialistas obedeciendo órdenes de Martín Menem para gritar, insultar y boicotear cualquier intento de debate, según revelaron audios filtrados. Y en el centro de todo, la hipocresía absoluta de Milei, quien en 2019 aseguraba que jamás caería en el FMI y hoy lidera con orgullo el mismo modelo de endeudamiento que condenó al país una y otra vez.
POLITICA NACIONAL
Por Julián Pereyra
3/20/20253 min read


Argentina vuelve a caer en las garras del Fondo Monetario Internacional. La Cámara de Diputados aprobó el DNU de Javier Milei que habilita un nuevo acuerdo con el FMI, con el argumento de “sanear las cuentas públicas” y garantizar la estabilidad económica. Pero la realidad es otra: este acuerdo no es más que una nueva entrega del país al mejor postor, sumiendo a la Argentina en un pozo de endeudamiento del que solo saldrán más ajustes, más recesión y más sufrimiento para el pueblo.
El gobierno libertario, que se llenó la boca hablando de la casta y de la independencia económica, termina haciendo lo mismo que los peores gobiernos neoliberales de la historia. No hay ninguna novedad en lo que estamos viendo: el FMI dicta las condiciones, y un gobierno servil acata sin chistar, vendiendo el futuro de los argentinos a cambio de migajas. Esta historia ya la vivimos y siempre termina igual: con un pueblo empobrecido y con los poderosos llenando sus bolsillos.
El circo libertario en el Congreso: insultos, gritos y papelones
Si la aprobación del DNU ya era una traición a los argentinos, lo que ocurrió en la Cámara de Diputados fue directamente una vergüenza. Martín Menem convirtió el Congreso en un circo, orquestando una estrategia burda y patética para desarmar a la oposición e imponer la votación en medio del caos. Se filtraron audios donde el presidente de la Cámara ordenaba a su bloque que griten, insulten y provoquen para entorpecer el debate. "Nada de algo pacífico", les exigió.
Y sus diputados obedecieron. Se dedicaron a gritar, patalear y montar un espectáculo bochornoso, en el que las ideas quedaron de lado y todo se redujo a un show de insultos y agresiones. En un momento, Lisandro Almirón, quien ya había protagonizado una pelea a golpes en el recinto, fue el encargado de imponer el clima de violencia y chicanas, con frases desafiantes como si estuviera en un ring de boxeo y no en el Congreso de la Nación.
Esto no es solo una falta de seriedad. Es una estrategia premeditada para evitar cualquier tipo de discusión real sobre el destino del país. Los libertarios no tienen respuestas, no tienen argumentos, no tienen soluciones. Solo saben gritar, señalar enemigos imaginarios y hacer papelones en el Congreso. Mientras tanto, la deuda crece, los fondos vuelven al FMI y el pueblo argentino sigue pagando las consecuencias.
Los medios oficialistas festejan la miseria y la hipocresía de Milei
Lo más indignante de todo esto es el festejo descarado de los medios oficialistas. Titulares eufóricos, panelistas celebrando la “hazaña” de aprobar el DNU, periodistas serviles aplaudiendo el hecho de que Argentina se siga endeudando. ¿De qué están celebrando? ¿De que el país siga hipotecando su futuro? ¿De que los trabajadores argentinos sean quienes paguen la fiesta de unos pocos?
Pero lo más repulsivo es la hipocresía de Javier Milei, quien en 2019 aseguraba que en su gobierno "no existiría el FMI" y que él nunca hubiera recurrido a un préstamo con el organismo. Sus propias palabras lo condenan. Hoy, su gobierno no solo se arrodilla ante el Fondo, sino que lo hace junto a los mismos personajes de siempre: Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger y Luis Caputo, los arquitectos de los endeudamientos ruinosos que destrozaron la economía en el pasado.
Nada cambió. Nos vendieron la idea de un nuevo gobierno que venía a destruir la casta, pero lo único que destruyeron es la soberanía del país. La historia se repite: otra vez nos endeudan, otra vez los poderosos se benefician, otra vez el pueblo paga los platos rotos. Y mientras tanto, el Congreso se convierte en un circo y los medios aplauden como si no supieran que lo que está en juego es el futuro de todos los argentinos.