Bitácora del gobierno parte IV: Las tonterías y sinsentidos de Milei
Mientras se debate en el Congreso el veto a las universidades, Milei arremete contra aquellos que considera "zurdos" y desprecia el valor de la educación pública. Un análisis crítico de la falta de seriedad de un presidente que parece más preocupado por recibir premios que por las necesidades del país.
POLITICA NACIONAL
Por Camila Dominguez
10/9/20242 min read


Durante el debate por el veto al financiamiento universitario, Javier Milei volvió a desatar una serie de declaraciones llenas de sin sentidos. Mientras los ojos del país estaban en una discusión crucial sobre la educación pública, Milei recibía otro premio sacado de abajo de la manga, un gesto que parecía diseñado solo para contentarlo. Irónicamente, el presidente parecía estar "enfocado en lo que realmente importa", mientras arremetía contra un tema que afecta a millones de argentinos.
Milei no tuvo reparos en calificar el reclamo por un mayor financiamiento universitario como "un eufemismo para defender los curros de cuatro delincuentes". En su retórica siempre beligerante, el presidente desestimó de forma alarmante la problemática de las universidades, minimizando su importancia con frases que parecen más salidas de un monólogo que de la boca de un jefe de Estado.
Para Milei, el veto al financiamiento universitario era la única opción viable para "terminar con los curros". Según él, las universidades y quienes las defienden son poco más que ladrones encubiertos en causas nobles. Pero lo que más llama la atención es la liviandad con la que aborda temas tan serios, como si el destino de la educación pública fuera un tema secundario en su lista de prioridades.
Aún más sorprendente fue su exabrupto contra un periodista que osó mencionar la caída interanual del PBI. En su defensa, Milei lo calificó de “imbécil” y sugirió que su única mala intención era desviar la atención de lo que él consideraba importante: un insignificante aumento en el presupuesto universitario del 0,14%, que, según el presidente, “reduciría un tercio del PBI”. Un comentario tan absurdo que cuesta creer que venga del máximo mandatario de un país.
Pero no es solo el financiamiento universitario lo que despierta la furia de Milei. Para el presidente, cualquier persona que marche por sus derechos automáticamente es etiquetada como "zurdo de mierda". Si sos pediatra, universitario o jubilado, pareciera que caés en la misma categoría según su lógica simplista. Y mientras tanto, Milei sigue defendiendo a sus “héroes”, aquellos que “ganan plata”, porque para él, estos benefactores sociales son los que realmente importan.
¿Es esto lo que queremos de un presidente? Alguien que se burla del debate sobre educación, mientras arremete contra todo aquel que cuestione su visión del mundo.