Caputo lo hizo de nuevo: más deuda, más miseria y más sometimiento al FMI

Luis Caputo lo volvió a hacer. Como en 2018, como en la era Macri, como siempre. El ministro de Economía acaba de confirmar que Argentina se endeudará con el Fondo Monetario Internacional por otros 20.000 millones de dólares. Con esta nueva "hazaña" de Caputo, la deuda total con el organismo asciende a la escalofriante cifra de 64.000 millones de dólares. Y todavía hay quienes se sorprenden cuando la economía colapsa y el país queda atado de pies y manos a los caprichos del FMI.

Pero lo más indignante no es solo el endeudamiento en sí, sino el cinismo con el que Caputo pretende vendernos esta estafa. "Esta vez es diferente", dice, con la misma cara de piedra con la que en 2018 juraba que el préstamo de Macri era la salvación. Pero ya sabemos cómo terminó aquello: con un país fundido, la inflación descontrolada, y un pueblo ahogado en pobreza. Ahora intentan repetir la historia, pero nos quieren hacer creer que esta vez sí va a funcionar.

El circo oficialista y las mentiras sobre el préstamo

El gobierno de Javier Milei, con su maquinaria mediática a pleno, quiere hacernos creer que este nuevo acuerdo con el FMI es una gran victoria. Los mismos medios que en su momento celebraron el préstamo de Macri hoy nos venden este endeudamiento como la solución definitiva. Pero hay un pequeño problema: el propio FMI pone en duda el préstamo.

No solo no confirman los 20.000 millones, sino que además hablan de que el dinero llegaría en cuotas. Es decir, ni siquiera el Fondo confía en el plan económico de Milei y Caputo. El gobierno está desesperado por sostener un modelo basado en recortar, ajustar y someterse al poder financiero internacional. Y mientras tanto, el pueblo sigue pagando los platos rotos.

Más deuda, más ajuste, más pobreza

No hace falta ser economista para saber cómo termina esto. Cada préstamo del FMI viene con su paquete de condicionamientos: más ajuste, más recortes, más destrucción del poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados. Nos lo vendieron con Macri, nos lo vuelven a vender con Milei. La única diferencia es que ahora el ajuste es más brutal y el cinismo más descarado.

Esto no es una solución, es una condena. Mientras Caputo y sus amigos hacen negocios con la bicicleta financiera, el pueblo se hunde en la miseria. Endeudarse con el FMI nunca fue una solución, es una sentencia de hambre y dependencia. Y esta vez no será la excepción.