Caputo vuelve al FMI: ¿otra vez nos endeudan hasta el cuello?

Luis Caputo, el ministro de Economia, que lideró la histórica y desastrosa deuda de 45 mil millones de dólares con el FMI en 2018, vuelve a escena para anunciar un "nuevo programa" y más endeudamiento. En un contexto de crisis económica y consumo en caída, se reviven los peores fantasmas del ajuste y la dependencia. ¿Hasta cuándo seguirá este ciclo de deudas interminables?

POLITICA NACIONAL

Por Armando Ramirez

11/22/20242 min read

Luis Caputo, aquel nombre que resonó en 2018 como el artífice de la mayor deuda en la historia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), vuelve con una propuesta que resulta un golpe directo al orgullo y la resistencia de los argentinos: otro programa con el FMI, otra vez nueva deuda. La historia se repite como una película de terror de la que no podemos escapar.

En 2018, Caputo, como Ministro de Finanzas, gestionó el monumental préstamo de 45 mil millones de dólares con el FMI, que no solo condicionó nuestra economía, sino que también hipotecó el futuro de generaciones enteras. A día de hoy, no hemos cancelado ni un solo dólar de ese monto, y seguimos pagando intereses y sobrecargos que estrangulan cualquier posibilidad de desarrollo. Sin embargo, como si eso no fuese suficiente, Caputo ahora habla con la tranquilidad de quien no sufrió las consecuencias de sus decisiones, anunciando otro "programa nuevo" y más fondos del FMI.

¿Gobernar o endeudar?

La gestión actual, que prometía ser un cambio, no ha hecho más que seguir el camino de siempre: cargar sobre los hombros del pueblo la irresponsabilidad de los mismos de siempre. Los ajustes brutales que el país ha soportado en este último año —la eliminación de subsidios, los recortes en pensiones, el aumento en los precios de alimentos básicos como la carne— parecen tener un único propósito: cumplir con las metas del FMI. Pero ahora, con este nuevo anuncio, queda claro que no se trata de cerrar la deuda, sino de ampliarla. Gobernar, al parecer, se ha convertido en sinónimo de endeudar.

La paradoja del consumo

Mientras Caputo y sus aliados negocian nuevas deudas, la realidad del ciudadano promedio es desoladora. La caída en el consumo ha alcanzado niveles alarmantes: la mitad de las familias argentinas ya no puede permitirse comprar carne o leche, productos básicos en cualquier mesa. ¿Cómo es posible que en un país productor de alimentos estemos enfrentando esta situación? La respuesta, una y otra vez, nos remite a las políticas que priorizan el pago de deudas ilegítimas sobre las necesidades del pueblo.

Un ciclo de irresponsabilidad

Resulta casi insultante que quienes provocaron esta crisis vuelvan a ocupar posiciones clave. ¿Qué garantías tiene el pueblo argentino de que esta nueva deuda no será otro desastre? Ninguna. Más bien, parece que estamos condenados a repetir los errores del pasado mientras los mismos actores siguen con sus agendas personales.

Caputo, el arquitecto de una deuda que hasta hoy nos asfixia, no debería tener lugar para hablar de "nuevos programas" ni de "más plata". Su historial lo descalifica y sus propuestas solo generan indignación. Cada nueva negociación con el FMI no es más que una sentencia de más ajustes, más recortes, y menos futuro para los argentinos.

El pueblo no olvida

Mientras Caputo anuncia con calma su "nuevo programa", la indignación crece. Los argentinos no olvidamos que esta misma estrategia ya nos llevó al abismo. Endeudarnos nuevamente no es una solución, es una trampa que perpetúa nuestra crisis.

Si el gobierno realmente quisiera una "Argentina distinta", comenzaría por dejar de entregarnos al FMI y a los intereses de unos pocos. Pero, al parecer, eso es demasiado pedirle a un sistema que prefiere mirar para otro lado mientras el pueblo sigue pagando los platos rotos.