El Ajuste de Milei: Más Trabajadores Pobres y Tarifazos que No Dan Respiro

El ajuste económico del gobierno de Javier Milei sigue profundizando la crisis. En 2024, más del 30% de los trabajadores en blanco se encuentran en situación de pobreza, una cifra que se ha duplicado respecto al año anterior. Mientras tanto, los aumentos en las tarifas de luz y gas agravan aún más la situación de quienes ya no logran cubrir lo básico. ¿Cómo puede un país sostenerse cuando ni siquiera el trabajo formal es suficiente para escapar de la pobreza?

POLITICA NACIONAL

Por Julian Pereyra

10/1/20242 min read

En la Argentina de hoy, la crisis económica ha alcanzado niveles alarmantes, y el ajuste implacable impulsado por Javier Milei sigue golpeando sin piedad a los trabajadores. Según los últimos datos, más de 2 millones de asalariados formales viven en la pobreza, lo que representa al 30% de la población trabajadora en blanco. Un número que, lejos de disminuir, se ha duplicado en el último año. El ajuste que prometía estabilizar la economía solo ha profundizado la miseria.

Trabajar ya no es sinónimo de escapar de la pobreza. A pesar de contar con empleos formales y las protecciones legales que estos brindan, millones de argentinos no logran llegar a fin de mes. Y el panorama es aún más desolador para los empleados informales, de los cuales el 70% se encuentra bajo la línea de pobreza. Este fenómeno de los “trabajadores pobres” es la prueba más dura del fracaso de las políticas económicas de Milei.

Lo más alarmante es que, ante este escenario devastador, Milei no muestra señales de revertir su ajuste. Por el contrario, la motosierra del presidente sigue operando, ajustando aún más a los sectores que ya no pueden soportar más recortes. Para Sturzenegger, uno de los principales arquitectos de estas políticas, la caída del empleo llegará al 12%, un golpe letal para la ya debilitada clase trabajadora.

Los ajustes brutales han dejado claro que en la Argentina de Milei hay ganadores y perdedores. Mientras un puñado de empresarios y sectores privilegiados logran mantenerse a flote, los trabajadores de la construcción, el comercio, el personal doméstico y los empleados de franquicias gastronómicas caen rápidamente en la pobreza. A pesar de cumplir con todas las condiciones legales de empleo, sus sueldos son tan bajos que simplemente no alcanzan.

Este ajuste, lejos de resolver la crisis, está empujando a más trabajadores a la pobreza y generando una estructura económica insostenible. El informe de Chávez Molina y Rodríguez de la Fuente subraya el deterioro del poder adquisitivo, revelando que más horas de trabajo ya no garantizan mejores condiciones de vida. Trabajar más no significa escapar de la pobreza, y la sobreocupación también crece a medida que los trabajadores intentan desesperadamente generar ingresos suficientes para sobrevivir.

Con estos números sobre la mesa, queda en evidencia que las promesas de Milei son una farsa. El ajuste feroz que está implementando ha destruido cualquier esperanza de recuperación para los sectores más vulnerables. Los trabajadores formales, que antes eran el ejemplo de estabilidad, hoy se encuentran al borde de la miseria.

Mientras tanto, los aumentos en las tarifas de luz y gas se preparan para golpear aún más los bolsillos de una población agotada por la crisis. Este modelo económico solo sigue beneficiando a unos pocos, mientras que millones de trabajadores sufren las consecuencias de un ajuste que nunca debió ocurrir. En lugar de proteger a quienes más lo necesitan, Milei sigue atacando a los trabajadores con una ferocidad inaudita, agravando el colapso social en el que se encuentra sumida Argentina.