El ajuste más cruel: 177.000 pensiones por discapacidad en la mira del gobierno
Milei planea recortar 177.000 pensiones por discapacidad, mostrando una falta total de empatía hacia uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. Familias, profesionales y personas con discapacidad protestan en todo el país contra esta medida que prioriza las exigencias del FMI por sobre las vidas humanas. Un ajuste cruel que deja en evidencia la insensibilidad de una gestión que solo piensa en números y no en personas.
POLITICA NACIONAL
Por Camila Dominguez
11/20/20242 min read
El ajuste brutal impulsado por Milei ha llegado a uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad: las personas con discapacidad. En un acto que deja en claro la falta de empatía y humanidad que caracteriza a esta gestión, se proyecta la quita de 177.000 pensiones para el próximo año. Todo para cumplir con las exigencias del FMI, demostrando que para este gobierno los números importan más que las vidas humanas.
Una protesta cargada de dolor y dignidad
Este miércoles, personas con discapacidad, sus familias, profesionales de la salud y diversas organizaciones se movilizaron frente a la Quinta Presidencial de Olivos, así como en otras ciudades del país. En un acto de resistencia pacífica pero cargado de indignación, los manifestantes alzaron su voz contra este ajuste despiadado que deja a miles de personas sin el apoyo necesario para una vida digna.
"El objetivo es manifestarle al Sr. Presidente la grave situación del sector y hacerle entrega de un petitorio con las demandas del colectivo", expresaron desde el Foro Permanente Discapacidad Promoción y Derechos, que convocó estas movilizaciones en simultáneo en todo el país. En ciudades como Rosario, Tucumán, Mendoza y Córdoba, se realizaron actos y concentraciones con el mismo fin: exigir que el gobierno detenga este atropello contra un sector ya de por sí precarizado.
¿Qué significa este recorte?
El impacto de la eliminación de estas pensiones será devastador. Las personas con discapacidad no solo perderán un ingreso económico fundamental para cubrir sus necesidades básicas, sino también el acceso a tratamientos, transporte especializado y cuidados esenciales. Para muchas familias, estas pensiones son la única vía para sostener una vida mínimamente digna.
El gobierno intenta justificar esta medida con el habitual discurso tecnocrático de "reducir el gasto público". Pero detrás de esa retórica se esconde un desprecio profundo hacia quienes no pueden defenderse por sí mismos. Ajustar en las pensiones por discapacidad no es eficiencia; es crueldad.
Un gobierno sin corazón ni rumbo
Desde que asumió, Javier Milei ha centrado su agenda en recortes que afectan directamente a los sectores más desprotegidos. Este ajuste en las pensiones se suma a un largo listado de medidas insensibles que priorizan los compromisos con el FMI por sobre las necesidades del pueblo argentino.
En cada acción, Milei y su gobierno demuestran que no tienen empatía ni respeto por nada ni por nadie. Mientras las personas con discapacidad se ven obligadas a salir a la calle para defender sus derechos más básicos, el presidente continúa con su retórica de ajuste y austeridad, ignorando las consecuencias humanas de sus políticas.
¿Hasta cuándo?
El ajuste tiene límites, y esos límites son las vidas de quienes más lo necesitan. ¿Qué clase de país somos si permitimos que 177.000 personas pierdan el sustento que les permite sobrevivir? ¿Qué dice de nosotros un gobierno que ve en las personas con discapacidad un gasto a eliminar y no un sector al que proteger y empoderar?
El recorte de pensiones no es solo una cifra en un presupuesto; es un acto de violencia contra quienes más necesitan apoyo. Y mientras el gobierno persista en este camino de insensibilidad y ajuste brutal, la resistencia de las personas con discapacidad y de toda la sociedad será fundamental para frenar este atropello y exigir un país más justo y humano.