El colapso energético que Milei no quiso evitar: más de 60 mil familias sin luz en plena ola de calor

Más de 60 mil familias enfrentan la ola de calor sin luz mientras el gobierno de Milei, lejos de invertir en infraestructura, culpa a gestiones pasadas y apela a Brasil para evitar el colapso energético. La desidia también golpea a pacientes del Hospital Durand, abandonados en medio del ajuste que prometía afectar solo a "la casta".

POLITICA NACIONAL

Por Julian Pereyra

1/16/20252 min read

Argentina atraviesa una de las olas de calor más intensas de los últimos años, con temperaturas que superan los 36 grados en el AMBA. Sin embargo, más de 60 mil familias pasaron la noche sin luz, un hecho que no solo desnuda la falta de inversión en el sistema eléctrico, sino también la insensibilidad de un gobierno que, mientras culpabiliza a gestiones anteriores, sigue sin tomar medidas concretas para solucionar esta crisis.

Tarifazo y abandono

Tras asumir, la gestión de Javier Milei permitió aumentos desmedidos en las tarifas eléctricas y eliminó subsidios que protegían a millones de usuarios. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), más de 61 mil hogares quedaron sin suministro durante las últimas 24 horas, con mayor impacto en barrios del sur de la ciudad de Buenos Aires.

El tarifazo, que ya acumula más del 500% desde diciembre de 2023, prometía garantizar inversiones para evitar cortes y modernizar el sistema energético. Pero los resultados son evidentes: empresas concesionarias como Edesur priorizaron las ganancias antes que la infraestructura, mientras el gobierno mira hacia otro lado y, en un acto de hipocresía monumental, apela al "comunista" Lula para importar energía desde Brasil y evitar el colapso total del sistema.

Indignación en el Hospital Durand

En paralelo, una fotografía viral tomada en el Hospital Durand dejó en evidencia otra cara de esta crisis: pacientes durmiendo en el piso debido a la falta de aire acondicionado en las habitaciones. Con temperaturas que alcanzan los 40 grados, la situación representa un acto de crueldad inadmisible. Trabajadores del hospital denuncian que los equipos no funcionan por falta de inversión y mantenimiento, mientras el gobierno continúa priorizando sus políticas de ajuste en detrimento de la salud pública.

La promesa de campaña fue clara: "El ajuste lo pagará la casta política". Sin embargo, la realidad es que quienes sufren las consecuencias son los argentinos. Los pacientes de un hospital público y las familias que enfrentan el calor extremo sin electricidad son testigos de la brutalidad de un ajuste que no perdona ni a los más vulnerables.

Mientras el gobierno busca excusas y señala a otros, los argentinos enfrentan una combinación letal de desidia, ineptitud y falta de planificación. No se puede seguir sosteniendo un modelo que abandona a su gente, privatiza lo que queda y recurre a discursos vacíos para encubrir su propia incapacidad.

La vida de los argentinos no puede depender de improvisaciones ni de medidas tardías. El tiempo de los discursos terminó. Es hora de que este gobierno asuma su responsabilidad.