El drama de los jubilados: entre el ajuste cruel y el cinismo del gobierno

La realidad de los jubilados en Argentina alcanza niveles alarmantes tras las recientes medidas del gobierno. Abuelos deben elegir entre comer o comprar medicamentos, mientras un diputado justifica el desamparo alegando que PAMI debe "volver a la normalidad". La crueldad de esta decisión, sumada al enriquecimiento de funcionarios como Adorni y al cinismo de quienes acusan a los jubilados de ser "actores pagos", refleja una crisis no solo económica, sino moral. Este drama expone el abandono y la insensibilidad hacia quienes más necesitan apoyo.

POLITICA NACIONAL

Por Camila Dominguez

12/9/20242 min read

Lo que están viviendo hoy los jubilados en la Argentina es de una crueldad que cuesta procesar. Miles de abuelos están en la disyuntiva de tener que elegir entre comer o comprar los medicamentos que necesitan para seguir vivos. Sí, para seguir vivos.

El caso de un jubilado que relató entre lágrimas que cobra $180.000 y los medicamentos que necesita le salen $150.000 es simplemente desgarrador. "Si no los tomo, ya estoy." ¿Cómo llegamos a esto? Esa frase debería helar la sangre de cualquiera con un mínimo de humanidad. Pero parece que en el gobierno no les tiembla ni un pelo.

Para empeorar las cosas, un diputado libertario tuvo el descaro de declarar que se frenó la entrega de medicamentos a los jubilados porque era necesario para que el PAMI "vuelva a funcionar normalmente". ¿Perdón? ¿Desde cuándo dejar a miles de personas sin acceso a sus remedios básicos puede ser sinónimo de normalidad? Es una excusa ridícula y una tomada de pelo a todos los jubilados que hoy se ven obligados a peregrinar por algo que debería ser un derecho garantizado.

Mientras tanto, Manuel Adorni, vocero presidencial, sigue llevándose fortunas del Estado para engordar su patrimonio y el de su familia. Es una postal obscena: los jubilados muriendo de a poco, sin medicamentos, mientras los que están en el poder se llenan los bolsillos.

Y como si esta tragedia no fuera suficiente, las redes sociales están plagadas de trolls libertarios diciendo que estos jubilados son "actores pagos" para criticar al gobierno. ¿En serio? ¿De verdad tienen el cinismo de mirar a estos abuelos y acusarlos de mentir? ¿Qué más tiene que pasar para que dejen de justificar lo injustificable?

Esto no es solo un ajuste económico. Es un ajuste moral. Es abandonar a los que más lo necesitan, a los que trabajaron toda su vida con la esperanza de una vejez digna. Y mientras tanto, desde el gobierno se llenan la boca con discursos sobre la eficiencia, mientras los jubilados están literalmente pagando con sus vidas.

Basta de excusas. Basta de indiferencia. Los jubilados no pueden esperar. Esto no es solo vergonzoso, es inhumano.