El golpe más cruel: Milei le quita los medicamentos gratis a los jubilados
En un acto de insensibilidad extrema, el gobierno de Javier Milei eliminó la cobertura gratuita de medicamentos para los jubilados del PAMI. Ahora, quienes deseen acceder a un subsidio deberán demostrar que son indigentes y completar trámites burocráticos interminables. Con el 80% de los jubilados cobrando la mínima, esta medida los obliga a elegir entre comer o medicarse, consolidando un año de ajustes despiadados y maltrato sistemático hacia los adultos mayores. Un ataque directo a los más vulnerables que no podemos permitir.
POLITICA NACIONAL
Por Camila Dominguez
12/2/20242 min read
El gobierno de Javier Milei acaba de dar el golpe más bajo y despiadado del año: eliminó la cobertura gratuita de medicamentos del PAMI, obligando a los jubilados a realizar trámites interminables para demostrar que son indigentes y, solo entonces, acceder a un subsidio. Una medida inhumana que atenta directamente contra el sector más vulnerable de nuestra sociedad.
"Me están cobrando el 40% de los remedios que antes me daban gratis", comenta con furia un jubilado en la calle, reflejando el sentimiento de miles de adultos mayores que ven cómo el gobierno los humilla sistemáticamente. El 80% de los jubilados en Argentina cobra la mínima, apenas $300.000, una suma que no alcanza ni para cubrir la canasta básica. Ahora, con esta nueva medida, muchos deberán elegir entre comer o medicarse, algo que ni siquiera el PAMI parece estar dispuesto a resolver sin complicaciones burocráticas.
La cruel exigencia: demostrar indigencia
El PAMI, en un frío comunicado, explicó que los jubilados que deseen mantener el acceso a medicamentos deberán inscribirse en un nuevo sistema de subsidios y cumplir con requisitos indignantes. Entre ellos, ganar menos de $389.398,14 y no estar afiliados a ninguna obra social o prepaga. En otras palabras, quienes apenas superen esa cifra quedarán desamparados.
Para quienes logren pasar el filtro, el camino tampoco será sencillo: tendrán que completar formularios en las oficinas de PAMI, muchas veces sin acceso a internet o sin familiares que puedan ayudarlos. Este sistema, lejos de ser una solución, parece diseñado para desalentar el acceso a los remedios gratuitos.
Un año de maltrato
Esto no es un hecho aislado. Durante todo el año, los jubilados fueron víctimas de un plan sistemático de ajuste. Desde el veto a la moratoria previsional hasta los aumentos irrisorios que apenas sumaron centavos frente a la inflación, el gobierno se dedicó a desmantelar sus derechos. Ahora, al quitarles la cobertura de medicamentos gratuitos, se termina de consolidar el desprecio hacia quienes más deberían ser cuidados.
El director de PAMI, Esteban Leguizamón, tuvo el cinismo de afirmar que esta medida es parte de "un reordenamiento para garantizar que los recursos lleguen a los más vulnerables". Pero ¿qué más vulnerable que un jubilado que depende de medicamentos para sobrevivir?
La indignación en las calles
"No puedo creerlo, ahora hasta los remedios nos sacan", exclama una jubilada mientras muestra su receta. Las farmacias también reportan largas filas de adultos mayores desconcertados y con miedo. Muchos no entienden el nuevo sistema, otros simplemente saben que ya no podrán pagar los medicamentos que antes recibían sin costo.
Esta medida no solo demuestra la insensibilidad del gobierno de Milei, sino que también expone la mentira de su discurso de campaña. Prometió un cambio para mejor, pero lo único que hizo fue profundizar la crisis y atacar a quienes menos pueden defenderse.
Una sociedad que se desmorona
Mientras los jubilados son obligados a mendigar por sus derechos, el gobierno sigue justificando lo injustificable. Esta decisión no solo es un ataque a los jubilados, es una advertencia para todos: en el modelo de Milei, el Estado no está para protegernos, sino para abandonarnos a nuestra suerte.
Hoy más que nunca, es momento de alzar la voz y exigir justicia. No podemos permitir que nuestros mayores, quienes trabajaron toda su vida, sean tratados con este nivel de desprecio. Esto no es gobernar, esto es deshumanizar.