El insólito error de Milei: El "gran economista" que no sabe dividir

Javier Milei, autoproclamado genio económico, cometió un error básico al confundir una simple división mientras criticaba a las universidades públicas. Un vergonzoso desliz que pone en duda sus credenciales como economista.

POLITICA NACIONAL

Por Camila Dominguez

10/10/20242 min read

Javier Milei, quien desde hace años viene construyendo su imagen como un brillante economista, volvió a quedar en el centro de la polémica. Esta vez, no fue por sus comentarios sobre la "casta" o sus opiniones radicales sobre las universidades, sino por algo mucho más simple: un error básico de matemáticas. En su intento de criticar a la Universidad Nacional de Rosario, Milei aseguró que la institución tenía "8 empleados por cada alumno", una afirmación completamente errónea que no resistió ni el más mínimo análisis.

Irónicamente, los propios datos proporcionados por su equipo demuestran lo contrario: hay un empleado por cada 8 alumnos, y no al revés. Es decir, el presidente de la nación, que se presenta como un genio económico y defensor de la eficiencia en el Estado, fue incapaz de hacer una división sencilla que cualquier alumno de primaria podría resolver sin esfuerzo.

El incidente se ha vuelto motivo de burlas en redes sociales, donde muchos destacan lo ridículo de la situación: un hombre que se jacta de sus conocimientos económicos y que ha criticado con dureza a universidades públicas, demuestra con este insólito error que no es capaz de hacer los cálculos más simples.

La ironía no pasa desapercibida: mientras Milei clama que las universidades públicas no forman a profesionales competentes, él mismo comete errores que, lejos de ser perdonables para cualquier ciudadano, resultan imperdonables para alguien que aspira a recibir el Nobel de Economía.

¿Cómo es posible que alguien que se presenta como un experto en crecimiento económico, con y sin dinero, no sepa hacer una división? Esto deja en evidencia que el relato que ha venido construyendo Milei está lejos de ser infalible, y que bajo esa fachada de "libertario inflexible", se esconden errores tan simples como una mala división.

Lo más alarmante es que, pese a este tipo de errores, Milei continúa criticando duramente a las universidades públicas, a los estudiantes y a quienes trabajan para garantizar la educación pública y gratuita en el país. ¿No era que "nosotros no sabíamos sumar"? Quizás sea Milei quien debería volver a las aulas de las universidades que tanto desprecia para retomar esos conocimientos básicos que parecen haberle fallado en un momento crítico.

En lugar de hacer foco en el progreso y financiamiento de las instituciones educativas que forman a miles de jóvenes, el presidente se ha enfrascado en discusiones triviales, cometiendo errores vergonzosos que minan su credibilidad como economista. Si alguien lo postuló para el Nobel de Economía, seguramente hoy se esté arrepintiendo.