El mate en peligro: el paro yerbatero que expone el desastre de la "desregulación" de Milei

La "desregulación" del sector yerbatero impuesta por el gobierno de Javier Milei ha llevado a una crisis sin precedentes. Productores anuncian un paro total de cuatro meses que podría dejar al país sin yerba mate en pleno verano. Un símbolo de la cultura argentina al borde del desabastecimiento, mientras las políticas gubernamentales priorizan a las corporaciones sobre los trabajadores.

POLITICA NACIONAL

Por Julian Pereyra

11/26/20242 min read

En Argentina, el mate no es solo una bebida, es un ritual, un símbolo de identidad, de comunidad y tradición. Sin embargo, bajo las políticas de desregulación del gobierno de Javier Milei, hasta esto está en jaque. Los yerbateros, enfrentando una de las peores crisis de su historia, han anunciado un paro total de cuatro meses que podría llevar al desabastecimiento de yerba mate en todo el país durante el verano.

La "desregulación" que arrasó con todo

La tan publicitada "desregulación" del sector agrícola y yerbatero, presentada por Milei como la solución para liberar mercados, ha desatado el caos. Productores denuncian que las medidas han generado un desequilibrio en los precios, beneficiando a grandes corporaciones mientras ahogan a los pequeños productores.

Este desastre no es solo económico; es cultural. El mate, en sus diversas formas, une a argentinos de todas las edades, regiones y clases sociales. Que la yerba mate esté al borde del desabastecimiento no es una anécdota menor: es una señal del alcance destructivo de estas políticas.

"No hay mate": el impacto del paro

Los yerbateros explican que las condiciones actuales los han llevado a tomar una decisión drástica: un paro total de cuatro meses. "Nos están dejando sin opciones, no podemos sostener la producción en estas condiciones", dijeron representantes del sector. Esto, sumado al aumento desmedido de los costos, pone en jaque a miles de trabajadores rurales y amenaza con vaciar las góndolas de yerba mate en un futuro cercano.

Se estima que, si no hay cambios, este verano podría ser uno de los peores en décadas para el turismo interno, un sector que tradicionalmente se nutre de la venta de productos regionales como la yerba mate.

Milei, el destructor de tradiciones

Es irónico que un presidente que se llena la boca hablando de la libertad haya empujado al límite a quienes producen el símbolo de nuestras libertades cotidianas, el mate. Esto no es libertad: es la imposición de un sistema que prioriza a las grandes corporaciones y deja atrás a los trabajadores que sostienen la economía del país.

No se trata solo de yerba mate; es un ataque a la cultura y al sustento de millones. Si la yerba desaparece, no será por una sequía o por factores climáticos, sino por decisiones políticas que destruyen las bases de nuestra identidad.

Mientras el país mira con incredulidad cómo el gobierno no hace nada para frenar esta crisis, los argentinos enfrentamos una realidad que parecía impensada: la libertad de no poder tomar mate.