El pueblo en las calles: Córdoba, Rosario y Bariloche alzan la voz contra la proscripción y el avance del lawfare
En una jornada marcada por la indignación y el repudio, miles de ciudadanos y ciudadanas se movilizaron en distintos puntos del país tras la confirmación de la condena contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La decisión de la Corte Suprema de Justicia —que dejó firme la sentencia de seis años de prisión e inhabilitación perpetua en el marco de la causa Vialidad— desató una ola de protestas populares que, lejos de ser aisladas, reflejan un profundo malestar ante lo que gran parte de la sociedad identifica como una estrategia sistemática de lawfare para proscribir a la principal referente de la oposición.
POLITICA INTERIOR
Jasmin Ortellado
6/11/20252 min read


Las manifestaciones más contundentes se vivieron en Córdoba, Rosario y Bariloche, aunque las expresiones de repudio se replicaron en plazas y calles de todo el país. En Córdoba, la movilización comenzó frente al Partido Justicialista y culminó en el Patio Olmos, epicentro habitual de la protesta social en la capital provincial. Bajo la consigna “Milei vos sos la dictadura”, miles de personas denunciaron no solo la injerencia judicial, sino también el rol del actual gobierno nacional y su alianza con sectores económicos y mediáticos concentrados, que buscan borrar del mapa político a quien representa un modelo alternativo al proyecto neoliberal dominante.
En Rosario, la Plaza 25 de Mayo fue el punto de encuentro para organizaciones sindicales, sociales, partidos políticos y ciudadanía autoconvocada. El PJ local, junto con la Intersindical, el Movimiento Evita, la UTEP y referentes de Unión por la Patria, coincidieron en calificar la condena como un intento de sacar de la cancha a la líder indiscutida del movimiento nacional y popular. Las palabras del dirigente gremial Sergio Rivolta resonaron fuerte: “Estamos ante una decisión del gobierno nacional junto a sus socios de la corporación económica y mediática para eliminar a la principal dirigente de la oposición”.
En Bariloche, las calles también fueron testigos del rechazo. En el Centro Cívico, más de un centenar de personas marcharon hasta los tribunales federales denunciando que esta condena —más que una resolución jurídica— responde a una decisión política previamente digitada. “Sabíamos que esto iba a suceder y que sería en tiempos electorales”, señaló la legisladora Ana Marks, evidenciando el trasfondo de una maniobra que busca condicionar el juego democrático.
La estrategia de lawfare, utilizada en América Latina para perseguir judicialmente a líderes populares, muestra una vez más su rostro en Argentina. El fallo contra Cristina no se sustenta sólo en argumentos judiciales, sino que responde a una narrativa construida y amplificada por los medios hegemónicos, que durante años han operado como brazo comunicacional de una persecución política planificada. Esta connivencia entre el poder judicial, el poder económico y el poder mediático no solo hiere a Cristina Fernández de Kirchner, sino que atenta contra la calidad institucional y la legitimidad de la democracia misma.
Las movilizaciones de este martes no fueron solo en defensa de una dirigente política, sino en defensa de los principios republicanos, de la libertad de elegir sin proscripciones y de una democracia plena, sin condicionamientos ni persecuciones. La masiva presencia del pueblo en las calles demuestra que, ante cada intento de imponer el silencio, la resistencia popular se fortalece.
Argentina ya vivió etapas oscuras de su historia donde se intentó borrar a quienes representaban al pueblo. Hoy, una parte importante de la sociedad dice "basta" al disciplinamiento judicial y exige el fin del lawfare. Las plazas hablaron, y su eco resuena en todo el país.