El silenciamiento del talento: el gobierno censura al CONICET y sus avances contra el dengue
La censura al progreso científico: el gobierno prohibió la difusión de un test desarrollado por el CONICET para detectar dengue de forma rápida y efectiva. En un acto de desprecio hacia la ciencia y la salud pública, la administración opta por invisibilizar los logros del organismo para sostener su narrativa de ajuste y desmantelamiento del Estado.
POLITICA NACIONAL
Por Julian Pereyra
11/19/20242 min read
En un nuevo acto de desprecio hacia la ciencia y los avances argentinos, el gobierno de Javier Milei ha prohibido la difusión de un logro que debería llenarnos de orgullo: científicos del CONICET desarrollaron un test revolucionario para detectar el dengue de manera rápida y eficiente. Este avance, crucial en un país donde esta enfermedad es una amenaza constante, no solo fue ignorado por las autoridades, sino deliberadamente silenciado para evitar que la sociedad reconozca el valor del organismo que tanto han denostado y amenazado con desmantelar.
Esta decisión no puede explicarse desde otro lugar que no sea el miedo político. Admitir los logros del CONICET implicaría reconocer que no se trata de un “nido de ñoquis”, como lo han querido pintar, sino de un semillero de talento y esfuerzo que pone a la ciencia argentina en la vanguardia mundial. Pero claro, eso no encaja con el relato de Milei y su séquito, quienes desde el primer día han demonizado a las instituciones públicas con el único objetivo de justificar su ajuste brutal.
Censurar un avance que podría salvar vidas, en lugar de impulsarlo y financiarlo, no es solo irresponsable; es inhumano. Mientras los casos de dengue aumentan en el país y las regiones más vulnerables enfrentan esta epidemia con sistemas de salud colapsados, el gobierno opta por ocultar una herramienta que podría marcar la diferencia. Porque sí, financiar este proyecto significaría asignar recursos a algo tangible, útil y vital. Pero para este gobierno, la prioridad está en achicar el Estado, no en proteger la vida de los argentinos.
Es indignante pensar que, en lugar de celebrar a los científicos que trabajan para mejorar la vida de todos nosotros, los obliguen a trabajar en la sombra, invisibilizados por un gobierno que prefiere alimentar su narrativa del ajuste. No es solo un ataque a la ciencia, es un ataque directo a nuestra dignidad como país.
En un mundo donde otros países invierten millones para desarrollar tecnologías similares, Argentina ya tiene la solución. Pero en lugar de liderar con orgullo esta lucha contra el dengue, la administración de Milei elige tapar su incompetencia con censura. Este no es un gobierno libertario, como quieren hacernos creer; es un gobierno de la desidia y la negligencia, donde el progreso se silencia para no contradecir una narrativa vacía.
El test para detectar el dengue representa más que un avance médico. Es una muestra de lo que somos capaces de lograr como país cuando apostamos a la ciencia, a la investigación y al conocimiento. Silenciarlo no solo es un insulto al esfuerzo de nuestros científicos, sino un crimen contra todos los argentinos que podrían beneficiarse de esta tecnología.
Mientras la administración actual se esfuerza por invisibilizar el trabajo del CONICET, nosotros debemos recordarles a todos que la ciencia es la única herramienta que puede salvarnos, incluso cuando quienes gobiernan eligen darnos la espalda.