Extorsión sexual en La Libertad Avanza: Un nuevo escándalo libertario que no puede quedar impune

Un nuevo escándalo golpea a La Libertad Avanza: el concejal salteño Pablo Emanuel López fue denunciado penalmente tras la filtración de audios en los que exige sexo oral a una militante a cambio de devolverle parte de su sueldo retenido. Aunque renunció, la indignación crece: usó su poder para extorsionar a una mujer vulnerable y ahora el oficialismo intenta despegarse. El caso ya está en manos de la justicia, pero la pregunta persiste: ¿quiénes lo protegieron hasta ahora?

POLITICA INTERIOR

Por Camila Dominguez

7/18/20252 min read

La Libertad Avanza vuelve a mostrar su verdadero rostro. Esta vez no es por un delirio en cadena nacional ni por un recorte despiadado, sino por algo aún más repugnante: la degradación, la extorsión y la violencia sexual ejercida desde una banca del poder. El protagonista es Pablo Emanuel López, concejal salteño del espacio de Javier Milei, quien fue expuesto en audios que hielan la sangre, donde le exige favores sexuales a una militante a cambio de devolverle una parte del sueldo que él mismo le retenía de forma ilegal.

Sí, leíste bien: le sacaba 200 mil pesos de su salario de 500 mil y después le ofrecía devolvérselos con una propuesta digna de un depredador sexual. “Por cada chupada de pito te descontaba 10 mil pesos”, se lo escucha decir sin el menor atisbo de vergüenza. Y mientras tanto, desde los púlpitos libertarios siguen pontificando sobre la “superioridad moral y estética” de su espacio político.

La mujer, también integrante del armado local de LLA y electa como convencional municipal, no se quedó callada. Radicó la denuncia penal y el caso ya está en manos de la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual N° 3. El tipo, acorralado, presentó su renuncia. Pero que haya dejado la banca no significa que se cierre la causa. Al contrario: esto recién empieza y no puede quedar impune.

Porque Pablo López no llegó a ese lugar solo. Hubo toda una estructura que lo respaldó, lo aplaudió y lo sostuvo. Y ahora, cuando explota la bomba, todos se despegan como si no supieran nada. Uno de sus principales promotores fue el influencer oficialista “Gordo Dan”, quien en su momento le hizo campaña y lo bendijo con su dedo digital libertario. Hoy se borra, finge sorpresa, se lava las manos. Pero no alcanza. En política todos se conocen. Y si no sabían, es porque no quisieron saber. Porque lo único que importa es trepar, no importa sobre quién ni con qué métodos.

Este caso es un espejo sucio que muestra el verdadero rostro de un espacio que se jacta de ser “la nueva política”, pero que reproduce las prácticas más rancias, más violentas y más machistas del poder. ¿Esta es la “casta inferior”? ¿Estos son los “distintos”? No. Son lo mismo de siempre, pero con menos escrúpulos y más cinismo.

Mientras Milei delira con el “individuo” y la “libertad”, sus concejales extorsionan sexualmente a mujeres empobrecidas que solo querían un salario digno. Mientras gritan contra el Estado, usan el Estado para sostener sus feudos personales. Mientras hablan de “ficha limpia”, dejan que tipos como López abusen de su lugar con total impunidad.

No alcanza con una renuncia. No alcanza con un comunicado. No alcanza con un tuit. Hace falta Justicia. Y memoria. Y condena política. Porque si no, esto va a volver a pasar. Y la próxima víctima puede ser otra compañera, otra trabajadora, otra militante desamparada frente a una red de poder, dinero y misoginia que se disfraza de “libertad”.

Basta de encubrir a violentos. Basta de discursos que esconden abusos. Basta de impunidad. Esto no es un caso aislado: es un síntoma del monstruo que incubaron. Y no vamos a callarnos.