Formosa Cierra el Mes de las Infancias con Solidaridad y Esperanza en Tiempos de Abandono Nacional

Formosa cierra el Mes de las Infancias con una serie de festivales multitudinarios que destacan el compromiso de la provincia con los derechos y el bienestar de los niños, en contraste con las políticas de abandono del gobierno nacional de Javier Milei. Bajo la gestión del gobernador Gildo Insfrán, la provincia se erige como un ejemplo de solidaridad y esperanza, reafirmando que los niños son los verdaderos privilegiados en una sociedad justa y equitativa.

POLITICA INTERIOR

Por Camila Dominguez

8/26/20242 min read

Al concluir el Mes de las Infancias, mientras el resto del país observa con impotencia cómo las políticas de abandono del presidente Javier Milei desmantelan los derechos de los más vulnerables, la provincia de Formosa se destaca como un faro de esperanza y solidaridad. Bajo el liderazgo del gobernador Gildo Insfrán, Formosa ha celebrado este mes con un compromiso renovado hacia los niños y niñas, demostrando que es posible construir una sociedad más justa y humana en medio de la adversidad.

El cierre de este mes fue marcado por festivales multitudinarios en la Jurisdicción Cinco y en el icónico Paraíso de los Niños, donde miles de familias se reunieron para compartir momentos de alegría, juegos, sorteos, y un delicioso chocolate preparado con esmero. Estas celebraciones no solo son eventos festivos, sino actos de profundo significado social que reflejan el compromiso inquebrantable del gobierno provincial con el bienestar de su infancia.

En un país donde el gobierno de Milei opta por recortar programas esenciales y dejar a millones de niños y niñas en el olvido, Formosa se erige como un bastión de resistencia. Aquí, los niños no son una prioridad en el discurso, sino en la acción concreta. La entrega de juguetes en todas las escuelas, Centros de Desarrollo Infantil, y en la escuela hospitalaria son ejemplos claros de cómo la provincia coloca a su infancia en el centro de sus políticas públicas.

La solidaridad que impregna estas festividades es un reflejo del espíritu comunitario de Formosa, que contrasta fuertemente con la apatía y el individualismo promovidos a nivel nacional. Mientras Milei implementa políticas que profundizan la desigualdad y el sufrimiento de los más vulnerables, en Formosa se sigue apostando por un modelo inclusivo y equitativo, donde los niños y niñas son realmente los únicos privilegiados.

El éxito de estas celebraciones no solo es un triunfo del gobierno provincial, sino de toda la comunidad formoseña, que se involucra activamente en cada actividad. Este espíritu solidario es lo que diferencia a Formosa del resto del país y debería inspirar a todos a replantear sus prioridades.

En estos tiempos difíciles, donde la administración nacional abandona a su infancia, Formosa nos recuerda que es posible construir un futuro más luminoso y lleno de esperanza. Cerrar el Mes de las Infancias con tanta alegría y cuidado en Formosa es un acto de resistencia y un ejemplo para toda la Argentina. Aquí, los niños no solo se celebran, se cuidan y se valoran, sino que son el centro de un modelo que debe ser el faro para el resto del país.