Hackeo al Gobierno: Un escándalo de incompetencia disfrazado de acusaciones
El reciente hackeo a páginas oficiales como Mi Argentina revela la desidia del gobierno en ciberseguridad. En lugar de asumir responsabilidades, culpan al kirchnerismo mientras derrochan recursos en trolls y propaganda.
POLITICA NACIONAL
Por Julian Pereyra
12/26/20242 min read
El reciente hackeo masivo a sitios web oficiales del Gobierno, incluyendo Mi Argentina y la Comisión Nacional de Energía Atómica, pone en evidencia una preocupante combinación de negligencia y falta de planificación. En lugar de asumir la responsabilidad por este gravísimo incidente, desde la administración actual se limitaron a hacer lo que mejor saben: culpar al kirchnerismo. Una respuesta tan absurda como predecible.
Ciberseguridad ausente, excusas presentes
El ataque dejó expuesta información sensible y, según se informa, algunos datos ya circulan en la deep web. Mientras tanto, la respuesta del gobierno ha sido un cúmulo de justificaciones que no resisten el menor análisis. A pesar de haber desfinanciado y prácticamente desmantelado la infraestructura de ciberseguridad nacional, no dudaron en desviar la atención y apuntar a administraciones pasadas como los responsables de esta debacle.
Los sitios afectados, cruciales para la gestión pública y la privacidad de los ciudadanos, reflejan una clara falta de inversión y atención a áreas sensibles como la protección digital. Es irónico, por no decir trágico, que estos mismos funcionarios gastaron fortunas en viajes innecesarios y en sostener una legión de trolls en redes sociales, mientras las necesidades esenciales, como la ciberseguridad, quedaron relegadas al olvido.
Prioridades erróneas
Desde que asumieron el poder, el gobierno actual no solo redujo los recursos asignados a las áreas de seguridad informática, sino que también despidió a especialistas clave que trabajaban para prevenir ataques de este tipo. Prefirieron colocar en puestos estratégicos a personajes que parecen más preocupados por manejar campañas mediáticas que por proteger información crítica del Estado.
Lo más alarmante no es solo la incompetencia manifiesta, sino el descaro. En su momento, los mismos que hoy están a cargo alentaban teorías conspirativas sobre vacunas con microchips o robos de datos durante el Censo, pero ahora que la infraestructura estatal está bajo su control, exhiben una incapacidad sin precedentes.
Un gobierno que no protege, acusa
En lugar de aceptar que este hackeo es una consecuencia directa de su falta de previsión y sus decisiones cuestionables, los funcionarios han optado por culpar al "gobierno anterior". Una maniobra que, lejos de mitigar el problema, expone la desesperación por evitar el escrutinio.
Este incidente es una radiografía de las prioridades reales de esta gestión. Gastos innecesarios, propaganda masiva y el desmantelamiento de áreas vitales para el funcionamiento del Estado. ¿Cuánto más debe pagar la ciudadanía por este nivel de ineptitud? La seguridad digital no es un lujo, es una necesidad, y este gobierno ha demostrado ser incapaz de entenderlo.
En vez de financiar a su ejército de "gordos tetones" para manejar narrativas en Twitter, habría sido mejor que invirtieran en fortalecer la ciberseguridad del país. Pero claro, eso no da likes ni retuits.