La deshumanización de los jubilados: el indignante cinismo del diputado Moreno Ovalle

El diputado libertario Julio Moreno Ovalle desata indignación con su declaración cínica: "No creo que ningún jubilado se muera por no tomar un remedio". Este ajuste brutal contra los mayores recuerda el cruel recorte de 2001. La deshumanización y el desprecio por los jubilados muestran la verdadera cara del gobierno.

POLITICA NACIONAL

Por Julian Pereyra

12/3/20242 min read

El nivel de crueldad del gobierno de Javier Milei parece no tener techo. Esta vez, el encargado de demostrarlo fue el diputado de La Libertad Avanza (LLA) Julio Moreno Ovalle, quien en una reciente declaración, de manera despreciable y cínica, sostuvo: "No creo que ningún jubilado se muera por no tomar un remedio". Como si esto fuera poco, agregó que "hay que dejar de victimizarlos" y que, en última instancia, "algún familiar los va a ayudar". Estas palabras no solo son indignantes, sino que dejan al descubierto una visión insensible, deshumanizada y brutalmente egoísta hacia uno de los sectores más vulnerables de la sociedad.

El ajuste a los jubilados: una herida que se reabre

No es la primera vez que los jubilados son víctimas del ajuste. En 2001, durante otro ciclo de políticas económicas de austeridad extrema, el recorte a los jubilados fue uno de los puntos más dolorosos del llamado "déficit cero". Ahora, más de dos décadas después, la historia vuelve a repetirse con un gobierno que promete eliminar el déficit fiscal a cualquier costo, incluso sacrificando la dignidad y la vida de los mayores.

Este año, los jubilados enfrentaron recortes que parecen diseñados para degradarlos sistemáticamente. La eliminación de los medicamentos gratuitos, sumada a la exigencia de que los adultos mayores rellenen formularios y demuestren que son indigentes para acceder a un subsidio, no solo es una afrenta a su dignidad, sino una muestra del desprecio del gobierno hacia quienes trabajaron toda su vida.

Deshumanización como política

Las palabras de Moreno Ovalle no son un exabrupto aislado; son una ventana a la mentalidad de quienes defienden estas políticas. Para ellos, los jubilados no son personas que necesitan cuidado y protección, sino números en una planilla que deben recortarse para alcanzar sus objetivos económicos.

Reducir el debate sobre los derechos de los jubilados a frases como "algún familiar los va a ayudar" es una burla cínica. ¿Qué pasa con aquellos que no tienen familiares que puedan ayudarlos? ¿Qué pasa con quienes ya están eligiendo entre comer y comprar sus medicamentos? Estas preguntas no importan a quienes ven a las personas mayores como un "gasto" en lugar de como seres humanos.

Los peligros de la ideología libertaria

Las declaraciones de Moreno Ovalle no solo reflejan la insensibilidad individual de un diputado; son el resultado de una ideología libertaria que prioriza los números sobre las personas y que desprecia cualquier forma de solidaridad social. Es una visión que culpa a los vulnerables por su situación y que insiste en que la "mano invisible del mercado" resolverá todo, mientras ellos legislan para aumentar las desigualdades.

Un llamado a la memoria

Lo más doloroso de todo es que esto ya lo vivimos. En 2001, el ajuste a los jubilados fue un símbolo de las políticas neoliberales que llevaron al país a una crisis histórica. En 2024, los mismos discursos y recetas están llevando al país por un camino similar. Pero esta vez, lo hacen con un cinismo que ofende incluso a quienes recuerdan aquellos días oscuros.

Las palabras de Moreno Ovalle no pueden pasar desapercibidas. No solo son una ofensa directa a los jubilados, sino un recordatorio del desprecio con el que este gobierno trata a quienes más necesitan ayuda. Es hora de que como sociedad repudiemos estas políticas y discursos deshumanizantes antes de que el daño sea irreversible.