La oposición formoseña: décadas de derrotas y el festejo de un fallo ajeno a las urnas

La oposición política en Formosa vuelve a exponer su inoperancia y falta de conexión con el pueblo al celebrar un fallo de la Corte Suprema que intenta deslegitimar el liderazgo de Gildo Insfrán, quien ha sido ratificado una y otra vez por la voluntad popular durante más de 25 años.

POLITICA INTERIOR

Federica Perez

12/19/20241 min read

Lejos de construir una alternativa seria y competitiva, estos sectores opositores se conforman con judicializar la política, incapaces de conquistar el apoyo ciudadano en las urnas. Desde 1995, Insfrán ha sido electo consecutivamente gracias a su trabajo y al desarrollo que Formosa ha experimentado bajo su conducción.

Mientras tanto, la oposición se limita a criticar y a depender de fallos judiciales para atacar al peronismo formoseño. Su incapacidad para conectar con las demandas reales de la población y para presentar un proyecto político sólido explica por qué han acumulado décadas de fracasos electorales.

El festejo del fallo de la Corte Suprema es una muestra de la debilidad estructural de una oposición que no logra más que alimentar su propia frustración. En lugar de trabajar para ganarse la confianza de los formoseños, se refugia en el juego mediático y judicial, evidenciando su falta de liderazgo y propuestas concretas.

Formosa, con un pueblo que elige reiteradamente a Gildo Insfrán y al modelo peronista que defiende, sigue demostrando que las urnas son el verdadero termómetro de la política. La oposición, en cambio, sigue atrapada en su inoperancia, celebrando victorias ajenas y evitando enfrentarse a su realidad: no saben ganar elecciones porque no saben escuchar al pueblo.