La persecución contra Cristina: Condenada sin pruebas por jueces amigos de Macri
La confirmación de una condena de seis años de prisión a Cristina Kirchner en la causa de Vialidad, sin pruebas y con jueces ligados a Mauricio Macri, plantea serias dudas sobre la imparcialidad de la Justicia en Argentina. Con un proceso que muchos señalan como parte del "Lawfare", la persecución judicial con intereses políticos parece estar más presente que nunca, buscando proscribir a una figura clave que defendió los derechos populares.
POLITICA NACIONAL
Por Camila Dominguez
11/13/20243 min read
La confirmación de la condena de seis años de prisión a Cristina Fernández de Kirchner en la causa de Vialidad expone una vez más el entramado de persecución política en Argentina. Este miércoles, un tribunal integrado por jueces con conocidos vínculos con Mauricio Macri ratificó una sentencia sin presentar una sola prueba sólida en contra de la expresidenta, en una maniobra clara de lawfare: el uso de la justicia como herramienta de persecución política. A lo largo de este proceso, han sido recurrentes las señales de parcialidad y de manejo judicial por parte de una élite de jueces y fiscales que responden a los intereses del poder económico y político, dejando al descubierto las grietas de un sistema judicial utilizado para proscribir y callar a quienes, como Cristina Kirchner, han enfrentado a los poderes establecidos.
Un fallo sin pruebas y con tinte político
En el juicio por la causa Vialidad, el tribunal no logró presentar pruebas concluyentes de que Cristina Kirchner haya participado en hechos de administración fraudulenta, y sin embargo, la sentencia fue ratificada en un fallo que parece más una revancha política que un acto de justicia. Resulta irónico y alarmante que los encargados de dictar esta condena tengan una conexión cercana con el expresidente Mauricio Macri, un hombre con una extensa lista de denuncias por corrupción, espionaje ilegal y manejos turbios de fondos públicos, y quien históricamente se ha caracterizado por su enfrentamiento con la figura de Cristina Kirchner.
Esta sentencia no afecta solo a una persona, sino a todo el país, a quienes ven cómo la justicia puede ser utilizada para neutralizar la voz de quienes representan sus intereses y luchan por un país inclusivo.
Jueces con conexiones alarmantes
Resulta imposible ignorar las conexiones entre el poder judicial y los intereses de Macri y sus aliados. Los jueces responsables de esta condena, conocidos por su afinidad hacia el expresidente, son frecuentemente vistos en ambientes que comprometen su imparcialidad, como clubes de golf, compartiendo risas y espacios de esparcimiento. Esto no solo es una violación a la ética judicial, sino que convierte el proceso en una farsa orquestada, en la que se confirman los temores de una justicia que responde a intereses particulares en lugar de al bienestar y los derechos del pueblo.
Mientras estos jueces confirman la condena de Cristina Kirchner sin pruebas, condenan también la posibilidad de que Argentina pueda volver a tener mejores salarios, una jubilación digna, un país donde las pymes y el consumo interno florezcan, y donde la educación y la salud pública sean prioridad. Con esta sentencia, el país parece condenado a una realidad en la que solo el 20% de los argentinos vivirá en la comodidad de los barrios cerrados mientras el 80% restante lucha por subsistir.
La persecución política contra Cristina y el Lawfare
La condena a Cristina Kirchner no es un simple hecho judicial; es un ataque a todo un proyecto de país, una proscripción disfrazada de justicia para neutralizar a una líder que, en los últimos años, ha defendido los derechos del pueblo y ha enfrentado al poder económico de manera directa. El objetivo de este proceso no es la justicia, sino la eliminación de una amenaza para quienes buscan una Argentina manejada solo por intereses financieros y empresariales.
Cristina lo dejó claro: esta es una cacería política, no un proceso judicial legítimo. Mientras los grandes medios siguen hablando de “justicia”, el pueblo ve cómo quienes están al mando manipulan a la justicia para mantener sus privilegios. Los mismos jueces que hoy confirman esta condena son aquellos que apoyan el modelo de una Argentina cada vez más desigual y más dependiente de intereses financieros y ajenos al bien común.
Un mensaje claro al pueblo argentino
Esta sentencia confirma una realidad dolorosa para el pueblo argentino: cuando una figura política se atreve a defender sus intereses, enfrentando a las élites, la maquinaria judicial y mediática se despliega para destituirla. Hoy, en lugar de justicia, lo que se despliega es un mensaje de advertencia para todo aquel que pretenda romper el esquema de poder actual.
Sin embargo, a pesar de los intentos de proscribir y silenciar a Cristina Kirchner, su legado y su lucha por una Argentina más justa siguen vivos en el corazón del pueblo.