La verdadera "casta": el 80% del ajuste de 2024 recayó en el pueblo
Un informe del IARAF revela que el 80% del ajuste realizado por el gobierno de Javier Milei en 2024 recayó sobre el gasto social, educación, cultura y energía. Mientras el discurso de campaña prometía combatir a "la casta", las víctimas reales del ajuste han sido los sectores más vulnerables.
POLITICA NACIONAL
Por Armando Ramirez
1/9/20252 min read
Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) reveló una verdad que muchos argentinos ya sienten en carne propia: el 80% del ajuste económico en 2024 impactó directamente en el gasto social, la educación, la cultura y la energía. Mientras el gobierno de Javier Milei proclamaba la eliminación de "la casta", el ajuste demostró que las verdaderas víctimas de sus políticas no fueron los privilegiados del sistema, sino los trabajadores, los jubilados, los estudiantes y las familias argentinas que luchan día a día para llegar a fin de mes.
Según el IARAF, el gasto público de la Administración Pública Nacional (APN) cayó un 4,2% del PBI en comparación con el año anterior. Este descenso fue sustentado mayormente en recortes drásticos: 0,78 puntos del PBI en promoción y asistencia social, 0,66 en seguridad social, 0,58 en educación y cultura, y 0,52 en energía. La educación pública se desfinancia, la asistencia social desaparece y los servicios esenciales suben de precio sin mejoras.
Durante la campaña, Milei prometió "terminar con la casta". Pero al parecer, la casta somos nosotros. Somos los trabajadores que pagamos tarifas más altas por servicios iguales o peores. Somos los jubilados que no pueden comprar remedios mientras los senadores y diputados que vetaron mejoras a sus ingresos festejan con asados. Somos las familias que soportamos el aumento desmedido del colectivo, el tren, el gas y la luz mientras la calidad sigue siendo un chiste de mal gusto.
Mientras tanto, los verdaderos privilegiados siguen intocables. Funcionarios con parientes acomodados en el Estado, empresarios que se benefician de contratos leoninos y políticos que vacacionan en destinos de lujo mientras millones de argentinos apenas sobreviven.
El ajuste no solo afecta a las familias: la caída del consumo, producto de estas políticas recesivas, ya obligó al cierre de plantas históricas como Dánica y Dass, dejando a cientos de trabajadores en la calle. Al mismo tiempo, se multiplican las decisiones que favorecen a las grandes fortunas mientras se reestablecen impuestos a los salarios y se vetan leyes que podrían aliviar el bolsillo popular.
La consigna de campaña de Milei se basaba en el combate a la casta, pero con cada recorte y ajuste, queda más claro que no era la casta la que venían a combatir. Éramos nosotros. El pueblo. Los que ponemos el hombro. La casta que se combate, aparentemente, es la de los trabajadores, los estudiantes, los jubilados y los pequeños empresarios que buscan sostener al país en pie.
Este ajuste despiadado expone la contradicción de un gobierno que dice representar un cambio, pero que en realidad perpetúa las mismas prácticas que tanto criticaba. Si en 2024 el gasto social, la educación y la energía fueron los más golpeados, ¿qué queda por recortar en 2025? ¿A qué costo se sostiene este relato financiero?
El gobierno de Milei prometió libertades, pero entregó desigualdad. Prometió un cambio de raíz, pero terminó ajustando sobre los mismos de siempre. Al final del día, el lema de campaña debería haberse sincerado: "La casta somos nosotros, y contra nosotros gobernamos".