Los delirios de Lilia Lemoine: Celebrar la precarización laboral como "reactivación económica"
Lilia Lemoine, diputada del gobierno de Javier Milei, generó polémica al presentar como un "logro" económico que un amigo arquitecto maneje un Uber para llegar a fin de mes. Este absurdo intento de mostrar la precarización laboral como signo de reactivación refleja la desconexión del gobierno con la realidad que viven los argentinos. Lejos de ser un indicador de mejora, la anécdota ilustra el deterioro del mercado laboral y la falta de oportunidades bajo la actual administración.
POLITICA NACIONAL
Por Camila Dominguez
10/24/20242 min read


En un nuevo episodio que raya en lo absurdo, Lilia Lemoine, funcionaria del gobierno de Javier Milei, salió a defender la supuesta "reactivación económica" en Argentina. Para respaldar sus afirmaciones, compartió la insólita anécdota de un amigo arquitecto que, debido a la crisis, se vio obligado a manejar un Uber para poder llegar a fin de mes. Según ella, este caso sería un ejemplo de cómo la economía ha empezado a "mejorar".
Las declaraciones generaron indignación y risas a partes iguales. ¿Cómo es posible que un funcionario público celebre que un profesional con años de estudio y una carrera universitaria deba dedicarse a manejar un auto para sobrevivir? Esta es una clara señal de la precarización laboral y del fracaso de las políticas económicas, pero Lemoine lo presenta como un indicador de "movilidad" o "reactivación". La realidad es que cuando un arquitecto debe recurrir al trabajo de chofer para cubrir sus necesidades básicas, lo que se vislumbra es un panorama desolador y no una supuesta mejora económica.
Desde el inicio de la campaña, Milei y sus voceros, entre ellos Lemoine, han recurrido a relatos simplistas y confusos para justificar sus decisiones. Sin embargo, este episodio va más allá del sinsentido y se transforma en una burla hacia los argentinos. ¿Qué sigue, celebrar que los médicos trabajen como repartidores de comida para pagar las cuentas? Lo que Lemoine presenta como algo positivo refleja una realidad mucho más dura: el mercado laboral argentino se está volviendo más precario cada día, y la movilidad social se ha convertido en un espejismo.
Lo más grave es que esta no es la primera vez que el gobierno de Milei y sus representantes caen en este tipo de contradicciones. Durante la campaña, una de sus promesas más resonantes fue la dolarización de la economía y la posibilidad de cobrar sueldos en dólares. Ahora, con el gobierno en funciones, se pretende borrar esas palabras como si nunca hubieran sido pronunciadas. La defensa de Lemoine parece intentar tapar el sol con un dedo, pero los problemas económicos son demasiado evidentes y el costo de vida está asfixiando a los ciudadanos.
Lejos de asumir responsabilidades o buscar soluciones reales, el gobierno elige normalizar la precarización y disfrazar la falta de oportunidades con discursos vacíos. La anécdota del arquitecto manejando un Uber no es un ejemplo de progreso, sino una prueba más del deterioro que se vive bajo la administración de Milei. La sociedad merece mucho más que relatos delirantes y justificaciones absurdas.