Marcha por Fernando Gómez: La Represión y la Responsabilidad del Gobierno Nacional en Orán, Salta
La reciente tragedia en Orán, un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Salta, ha conmocionado al país. La muerte de Fernando Gómez, un trabajador asesinado por la Gendarmería Nacional, ha desatado una ola de indignación y protestas en la región
POLITICA INTERIOR
Federica Perez
12/20/20243 min read
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Miles de pobladores de la zona, en su mayoría de Aguas Blancas, se han levantado en una marcha exigiendo justicia, mientras señalan la responsabilidad del gobierno nacional, encabezado por figuras como Patricia Bullrich y Javier Milei, así como la del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz.
La Violencia de la Gendarmería y el Plan Güemes
El asesinato de Fernando Gómez no es un caso aislado. En los últimos meses, la Gendarmería Nacional ha intensificado su presencia en la zona como parte del Plan Güemes, una estrategia de militarización impulsada por el gobierno de la Nación en conjunto con el gobierno provincial. Según los denunciantes, esta iniciativa ha servido no para combatir al narcotráfico, sino para reprimir a la población local, especialmente en áreas como Orán, donde la Gendarmería ha mostrado una actitud cada vez más violenta.
El Plan Güemes, diseñado para "combatir el crimen organizado", ha estado marcando un claro punto de inflexión en la relación entre la población y las fuerzas de seguridad. Sin embargo, lo que debía ser una estrategia contra los carteles de drogas ha terminado siendo un ataque directo a las comunidades más humildes. El asesinato de Fernando Gómez es el claro ejemplo de cómo las fuerzas de seguridad, bajo el comando de figuras como Bullrich, han puesto en riesgo la vida de los trabajadores y de los habitantes de la región.
El Caso de Fernando Gómez
El crimen que conmocionó a la localidad de Orán ocurrió en un contexto de represión generalizada. Fernando Gómez, un trabajador común, fue asesinado por un efectivo de la Gendarmería en circunstancias que aún están siendo investigadas. Además, varios otros pobladores resultaron gravemente heridos. La población de Aguas Blancas y otras localidades cercanas no tardaron en organizarse y salir a las calles exigiendo justicia por el asesinato de Gómez, un hecho que consideran parte de un patrón de violencia perpetrado por el gobierno nacional y las fuerzas de seguridad.
El Papel del Gobierno Nacional
La responsabilidad del gobierno nacional en este crimen es clara. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien lidera las políticas de seguridad en el país, ha promovido una agenda de mano dura contra la delincuencia, lo que se ha traducido en una escalada de violencia en diversas regiones del país, especialmente en el norte. Bajo su liderazgo, la Gendarmería ha desplegado tácticas represivas que no discriminan entre delincuentes y ciudadanos comunes, exacerbando el clima de miedo en comunidades ya vulnerables.
La postura de Bullrich, unida a la retórica de mano dura del presidente Javier Milei, ha sido de continuar con estas políticas de seguridad, sin importar los costos humanos. Los habitantes de Orán y Aguas Blancas, lejos de ver mejoras en la seguridad, sienten que han sido víctimas de un sistema que prioriza la represión y el control militarizado sobre la protección de los derechos humanos de los ciudadanos.
La Militarización del Norte y la Exigencia de Justicia
La protesta en Orán no solo busca justicia por Fernando Gómez, sino que también es un grito colectivo contra la militarización del norte argentino. La población local denuncia que, lejos de luchar contra el narcotráfico, las fuerzas de seguridad están utilizando el pretexto de la lucha contra las drogas para implementar un control social autoritario en las comunidades, utilizando la violencia como herramienta de "orden".
Las calles de Orán se han convertido en un escenario de lucha, donde los habitantes exigen que el gobierno nacional asuma su responsabilidad por la violencia ejercida por la Gendarmería. Los manifestantes sostienen que la única forma de avanzar hacia la justicia es reconocer que el problema no es solo el narcotráfico, sino la utilización de las fuerzas de seguridad como una herramienta de represión política y social.
Conclusión: El Gobierno Nacional Debe Asumir su Responsabilidad
El asesinato de Fernando Gómez es una tragedia que refleja el fracaso del gobierno nacional en garantizar la seguridad y la justicia en las regiones más empobrecidas de Argentina. La Gendarmería, bajo la administración de Patricia Bullrich y el aval del presidente Javier Milei, ha actuado sin control, poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos en lugar de protegerlos. Mientras las autoridades continúan insistiendo en políticas represivas, los habitantes de Orán siguen levantando sus voces, reclamando justicia y exigiendo el fin de la militarización de su territorio. La responsabilidad recae sobre un gobierno que, en lugar de promover la paz y la justicia social, ha priorizado la violencia y el control, dejando a las comunidades en un estado de indefensión.