Más de 37.000 despedidos: el ajuste de Milei deja a miles de familias en la calle
Más de 37.000 empleados públicos fueron despedidos bajo la gestión de Milei, dejando a miles de familias sin sustento en nombre del ajuste. Mientras el gobierno avanza con su plan de achicar el Estado, sectores enteros quedan vaciados y los servicios esenciales en riesgo. A este ritmo, la motosierra no solo destruye empleos, sino también el futuro del país.
POLITICA NACIONAL
Por Julian Pereyra
1/30/20252 min read


El gobierno de Javier Milei avanza con su política de ajuste salvaje y persecución al empleo público. Según informó el propio ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en apenas un año de gestión fueron despedidos 37.595 empleados del Estado. Detrás de este número frío, hay miles de familias que quedaron sin ingresos, sin sustento y sin respuestas.
Desde que asumió, Milei dejó en claro que su guerra no es solo contra la política, sino contra cualquier estructura estatal que no encaje en su dogma libertario. Con la excusa de "bajar el gasto", el gobierno ha vaciado áreas enteras, desde la Administración Pública Nacional hasta empresas estatales y Fuerzas de Seguridad. Mientras tanto, el ajuste no toca a los sectores privilegiados, sino que castiga a los trabajadores y a los más vulnerables.
Las cifras hablan por sí solas: más de 22.000 empleados despedidos en la Administración Centralizada y Descentralizada, 12.410 en empresas del Estado y casi 3.000 en las Fuerzas Armadas y de Seguridad. A este ritmo, el plan de Sturzenegger es reducir el Estado en un 30% más, eliminando áreas fundamentales como Vivienda y Hábitat, además de achicar ministerios, empresas y entes públicos.
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ya advirtió que este nivel de ajuste es insostenible. "El Estado no resiste más recortes y los empleados públicos no soportamos más ajustes", denunció el secretario general Rodolfo Aguiar. Pero parece que al gobierno de Milei poco le importa. Su plan es claro: desmantelar el Estado a cualquier costo.
Este brutal recorte no solo deja sin empleo a miles de personas, sino que también deteriora la capacidad del Estado para brindar servicios esenciales. Cada despido implica menos hospitales funcionando, menos educación pública de calidad, menos acceso a derechos básicos para los ciudadanos. ¿Hasta dónde piensa llegar Milei con su motosierra?
Mientras el gobierno presume de achicar el gasto, los despedidos no saben cómo llevar un plato de comida a sus casas. La pregunta es clara: ¿para quién gobierna Milei? Porque está claro que para el pueblo trabajador, no.