Masiva marcha por la emergencia en discapacidad: Milei responde con silencio y represión
Miles de personas se movilizaron frente al Congreso para exigir la restitución de la Ley de Emergencia en Discapacidad, vetada por Milei pese al amplio consenso parlamentario. El gobierno respondió con represión: la Gendarmería empujó y golpeó a manifestantes, incluidos niños, personas con TEA y adultos en sillas de ruedas. La escena fue tan brutal como simbólica: en Argentina, hoy, defender derechos básicos se paga con palos.
POLITICA NACIONAL
Por Julián Pereyra
8/6/20252 min read


En un país serio, una marcha pacífica encabezada por familias de personas con discapacidad, jubilados y trabajadores de la salud y la educación especial sería algo incuestionable. Un reclamo justo. Un grito de dignidad que despertaría empatía en todos los sectores sociales, más allá de las ideologías. Pero en la Argentina gobernada por Javier Milei, eso se responde con gases lacrimógenos, empujones, palazos y la Gendarmería desplegada frente al Congreso Nacional. Porque para este gobierno, hasta los más vulnerables son enemigos del “equilibrio fiscal”.
Lo que vimos ayer fue el síntoma más brutal de un modelo que no tiene límites morales. La orden de Patricia Bullrich fue clara: reprimir una marcha compuesta por personas con discapacidad, madres, padres, profesionales de la salud, jubilados y niños. En este país que se dice libertario, una persona en silla de ruedas puede ser víctima de una fuerza armada. Un niño con TEA puede estar en la línea de fuego. Una madre que lucha por las terapias de su hijo puede terminar empujada por un escudo.
En medio de esa plaza, llena de carteles que decían "Cada día sin ley es una terapia menos", hubo un testimonio que partió el alma en dos. Una madre tomó el micrófono y dijo:
“Mi hijo nació con una discapacidad. Lo tuve a los 21 años. Peleé contra la vida, hasta un riñón le di. Y ver que un gobierno lo quiere matar, no lo voy a permitir.”
¿Cómo se responde a eso desde el poder? ¿Con comprensión, diálogo, humanidad? No. Se responde ignorando, silenciando y reprimiendo. El nivel de crueldad no necesita ser exagerado: se expone solo. Porque mientras esa madre lucha por seguir dándole vida a su hijo, el Estado le niega terapias, le congela asignaciones, le cierra puertas, y encima la reprime.
Y como si fuera poco, los medios amigos del poder, los operadores de siempre, esos que ayer aplaudían los offshores de Caputo, hoy justifican que se le pegue a un nene con TEA o se empuje a una madre en la calle. Dicen sin vergüenza que “el gobierno tiene que estar a la defensiva” porque “a Macri se lo comieron crudo”.
¿En serio? ¿La defensa de un gobierno se construye reprimiendo a personas con discapacidad? ¿Tan bajo caímos? Ese es el nivel de deshumanización al que llegamos. Ese es el precio de tener un presidente que cree que todo lo que no genera ganancia es un lastre, una “planera”, un gasto.
Pero esto no es ideología, no es una grieta. Es sentido común. Es humanidad. Es poner un freno a una lógica que nos descompone como sociedad. Porque ya es hora de decir basta.
Basta de tratar a las personas con discapacidad como si fueran un gasto a recortar.
Basta de condenar a jubilados a la indigencia mientras se baja impuestos a los más ricos.
Basta de ver cómo la motosierra no corta privilegios, sino derechos.
Basta de mentir con un “superávit” que se sostiene pisoteando a los que más necesitan.
Porque si tu plan económico sólo se mantiene recortando terapias, congelando asignaciones, reprimiendo reclamos básicos y reduciendo a números a personas que necesitan del Estado para sobrevivir, entonces no es un plan.
Si tu plan económico se cae cuando le das dignidad a una persona con discapacidad, entonces tu plan es, lisa y llanamente, una mierda.