Milei amenaza al campo: retenciones, caprichos y una presidencia en crisis emocional
El presidente Milei volvió a mostrar su verdadera cara: amenazó al campo con reimplantar retenciones si no liquidan ya, usando el chantaje como herramienta de gestión. El mismo que prometía eliminar impuestos al agro, ahora lo extorsiona públicamente. Eduardo Buzzi lo dijo claro: “mentiroso, psiquiátrico y anti productivista”. Ignacio Kovarsky, desde CARBAP, calificó los dichos como “desafortunados” y reclamó diálogo. Pero Milei no dialoga, impone. No gobierna, grita. Se pelea con todo aquel que no se arrodilla. Más que un presidente, parece un nene caprichoso con poder. ¿Libre mercado? Solo cuando le conviene. ¿Coherencia? Bien, gracias.
POLITICA NACIONAL
Por Julián Pereyra
4/15/20253 min read


Después de levantar el cepo cambiario y celebrar con bombos y platillos una supuesta "nueva era monetaria", Javier Milei volvió a mostrar su peor cara: la del presidente que gobierna con amenazas, que se pelea con todo aquel que no le rinde pleitesía y que, lejos de encarnar la tan mentada libertad, impone un modelo a los gritos. Esta vez, el blanco fue el campo. Sí, el mismo sector que durante años fue bastión del “modelo productivo” y al que Milei prometió eliminarle las retenciones. Ahora, en un giro brutal y desesperado, el Presidente le advierte que si no liquida los granos, en junio vuelven las retenciones. Así, sin anestesia, sin diálogo, y con un tono más propio de un patrón de estancia que de un jefe de Estado.
“Avísenle al campo que si tiene que liquidar, liquide ahora, porque en julio vuelven las retenciones”, lanzó en una entrevista con Luis Majul. ¿Y la libertad, Javier? ¿Y el libre mercado? Bien, gracias. Lo que queda en evidencia es que Milei usa las herramientas del Estado que tanto desprecia cuando le conviene, para presionar a un sector que no se somete a sus tiempos ni a su lógica de urgencia fiscal.
El problema no es solo lo que dice, sino cómo lo dice. Su reacción no fue la de un presidente buscando consensos, sino la de un niño al que no se le puede decir que no. Una actitud totalmente impropia, autoritaria, cargada de desprecio hacia quienes no cumplen con sus expectativas. ¿Qué clase de liderazgo es ese, donde cada disenso se convierte en enemigo, y cada reclamo es respondido con amenazas?
Las respuestas del campo no tardaron en llegar. Ignacio Kovarsky, presidente de CARBAP, lo dijo claro: “Los dichos del Presidente son desafortunados”. Reconoció que el fin de las retenciones en junio era parte del acuerdo, pero subrayó lo que todo el sector reclama: que la eliminación no sea temporal, sino definitiva. “El campo necesita que se profundice esta medida y que vayamos a una eliminación de las retenciones”, expresó.
Más duro fue Eduardo Buzzi, ex presidente de la Federación Agraria, que no se anduvo con vueltas: “Este Gobierno es mentiroso y psiquiátrico. El Presidente está extorsionando a los productores”. Y agregó: “Es una fantochada para que no le explote la economía antes de las elecciones. No le tengo confianza. Lo que necesitan es juntar 400 millones de dólares para junio, y usan al campo como chivo expiatorio”. Para Buzzi, el Gobierno de Milei es “anti productivista, manipulador y mentiroso”. Palabras que resuenan en un sector que se siente traicionado por quien prometía barrer con la casta y terminó gobernando a los gritos.
No es menor tampoco la crítica al rol del presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, a quien Buzzi ve “más como vocero del Presidente que como representante de los productores”. Otro indicio de que la tensión interna en el agro es real y crece día a día.
Así, mientras Milei festeja frente a las cámaras y sus funcionarios se sacan selfies con gráficos de subas bursátiles, en el interior del país crece la bronca. Porque no hay libre mercado sin diálogo, ni confianza sin coherencia. Lo que hay es un presidente que reacciona como un caprichoso frente a cualquier gesto de autonomía. Que se pelea con docentes, con periodistas, con gobernadores, con legisladores, con artistas… y ahora, con el campo. Porque si no haces lo que él dice, eres parte del problema.
Milei llegó al poder con el discurso de la libertad y el fin del intervencionismo estatal. Pero gobierna con chantajes, retenciones y extorsión. La supuesta nueva era se parece demasiado a las viejas prácticas que tanto decía venir a desterrar. Y peor aún: ahora están en manos de alguien que no tolera el disenso y que no sabe perder.