Milei dice que "derrumbó la indigencia", pero las calles cuentan otra historia: más pobreza y abandono que nunca

Mientras Milei celebra supuestos logros económicos, la realidad en las calles lo desmiente. Asegura haber reducido la pobreza y derrumbado la indigencia, pero cada vez más familias duermen a la intemperie. Con datos manipulados y un índice propio, el Gobierno construye un relato que ignora el sufrimiento de los más vulnerables.

POLITICA NACIONAL

Por Julian Pereyra

1/2/20253 min read

En su primer mensaje del año 2025, Javier Milei volvió a construir un relato que choca de frente con la cruda realidad que viven millones de argentinos. Con una narrativa cargada de triunfalismo, el Presidente afirmó que su gestión logró reducir la pobreza en 20 puntos y "derrumbó la indigencia". Sin embargo, basta con caminar por cualquier ciudad del país para notar que estas afirmaciones están completamente desconectadas de lo que ocurre en las calles: familias enteras viviendo a la intemperie, trabajadores precarizados y una clase media en vías de extinción.

La falsedad de los números oficiales

Milei sostiene su relato en un índice de pobreza diseñado por su propio gobierno a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. Según esta medición, la pobreza habría caído al 38,9% en el tercer trimestre de 2024 y la indigencia al 8,6%. Pero la realidad muestra un panorama muy distinto. Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, la pobreza alcanzó el 52% en el primer semestre del 2024, mientras que la indigencia llegó al 17,9%.

El presidente asegura que "derrumbó la indigencia" gracias a la eliminación de intermediarios en los planes sociales y la focalización de transferencias directas. Sin embargo, este ajuste fiscal, que supuestamente recayó en "la casta", se tradujo en recortes drásticos a programas sociales y en la reducción de recursos para comedores comunitarios y cooperativas, dejando a miles de familias sin el sustento básico.

La realidad en las calles: más pobreza y desamparo

Mientras Milei celebra en sus redes sociales, la gente en las calles es testigo del aumento de la pobreza y el desamparo. En lugar de políticas que combatan la exclusión, lo que se vio durante todo el 2024 fueron ajustes brutales que golpearon a los sectores más vulnerables: desde la inflación que erosionó los ingresos, hasta la represión con palos y gases a quienes osaron protestar.

El relato de Milei sobre "logros sociales" no resiste el contraste con la realidad. A medida que el gobierno insiste en su ajuste, más personas caen bajo la línea de pobreza, y las calles se llenan de familias que antes lograban mantenerse a flote. Las organizaciones sociales también han denunciado una severa falta de alimentos en los comedores comunitarios, que hoy funcionan como el último bastión frente al hambre.

La manipulación de las cifras como política de Estado

No es casual que el gobierno de Milei haya decidido crear su propio índice para medir la pobreza. Esta maniobra permite manipular las cifras y construir un relato que justifique las políticas de ajuste. Sin embargo, el engaño queda al descubierto al comparar estos números con los datos de la UCA y otros organismos independientes.

A pesar de los dichos del Presidente, lo que queda claro es que la pobreza no ha bajado, sino que se ha profundizado. Los trabajadores informales, las madres solteras y los jubilados son las principales víctimas de este modelo que prioriza el recorte fiscal por encima de las necesidades humanas.

Un futuro incierto y la desconexión del poder

Mientras Milei sigue apuntando contra sus detractores y justificando el ajuste con frases grandilocuentes como "respetar la libertad y la propiedad", la desconexión con la realidad del país se vuelve más evidente. Cada vez más argentinos sienten que el Estado los ha abandonado, mientras el Presidente celebra supuestos logros que solo existen en sus estadísticas manipuladas.

La mentira de que “derrumbó la indigencia” es una burla para quienes no tienen un techo, para quienes dependen de comedores para alimentar a sus hijos y para los millones que día a día luchan por sobrevivir en un contexto cada vez más adverso. ¿Hasta cuándo seguirá el gobierno tapando el sol con un dedo? El pueblo merece más que promesas vacías y relatos desconectados de la verdad.