Milei en su mundo de fantasía: niega la realidad, inventa sueldos y se vuelve a escapar del país

Javier Milei volvió a hacer lo que mejor le sale: negar la realidad y vender humo mientras la Argentina se prende fuego. En una entrevista delirante, aseguró que el dólar “se tiene que caer como un piano”, que hay “salarios de 1100 dólares” y que vivimos en un país con “deflación”. Un nivel de desconexión con la realidad que solo puede explicarse por ignorancia, cinismo o un cóctel de ambos.

Mientras el dólar se dispara y la economía está en estado crítico, Milei se mantiene en su burbuja, repitiendo frases vacías y manipulando datos para convencer a sus seguidores de que todo está bajo control. Pero la realidad es otra: los salarios están destruidos, la inflación no para y los precios aumentan todos los días. ¿Dónde están esos 1100 dólares que dice Milei? Nadie los vio. En la Argentina real, el sueldo promedio apenas llega a los 500 dólares, y eso sin contar que los precios de todo siguen explotando.

Mientras la economía se hunde, Milei se toma el palo

Como si nada de esto le importara, Milei ya está preparando otro de sus viajes, dejando el país en ruinas para irse a sacarse fotos con algún empresario o gurú extranjero. No es la primera vez que lo hace, y seguramente no será la última. Mientras la gente no llega a fin de mes, mientras la pobreza y la indigencia crecen a niveles alarmantes, el presidente prefiere subirse a un avión y escapar. ¿Para qué gobernar si puede seguir vendiendo su circo por el mundo?

Guillotinas y purgas internas

Por si todo esto fuera poco, Milei dejó en claro cómo maneja su gobierno. En lugar de democracia y debate, impone su “verticalidad” con una guillotina. Hablando sobre la salida de Ramiro Marra, admitió que su hermana Karina lo “ejecutó” políticamente, y que quien no sigue la línea libertaria, va a la guillotina. Así, sin filtro, con una liviandad espantosa.

El nivel de autoritarismo de Milei es cada vez más evidente. No le interesa la institucionalidad, ni el diálogo, ni la realidad de los argentinos. Solo le importa su relato, su imagen y su círculo íntimo, al que nadie puede desafiar sin pagar las consecuencias.

Argentina está en una crisis sin precedentes y el presidente se burla de todos. Miente sobre los salarios, sobre la economía, sobre el dólar. Se esconde detrás de sus discursos de fantasía mientras el país se hunde. Y cuando la realidad lo golpea, se sube a un avión y se va. ¿Hasta cuándo?