Milei quiere vender Aerolíneas al mejor postor: el plan secreto para desmantelar la aerolínea de bandera que amenaza miles de empleos

El gobierno de Javier Milei no deja de sorprender, y no precisamente para bien. Tras haber vetado el aumento para los jubilados y continuar con su implacable agenda de recortes, ahora suma un nuevo objetivo a su lista: el desguace de Aerolíneas Argentinas. La emblemática línea de bandera, que fue recuperada por el Estado tras años de privatizaciones, ahora se encuentra en la mira del presidente y su equipo económico, quienes buscan "liquidar" la empresa bajo la excusa de una supuesta ineficiencia.

El escenario es preocupante. Con el aval del propio Mauricio Macri, quien públicamente pidió la "liquidación" y el "desarme" de la aerolínea, el gobierno de Milei continúa avanzando sin frenos. Según su vocero, Manuel Adorni, ya hay conversaciones con "empresas privadas latinoamericanas" interesadas en hacerse con el control de Aerolíneas, lo que supondría un retroceso histórico en los avances logrados para preservar una empresa clave para la conectividad nacional.

La estrategia de Milei y su equipo es clara: aprovechar el reclamo salarial de los gremios aeronáuticos para justificar la privatización. El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, lo dejó bien en claro al afirmar que habrá "aumento cero" para los trabajadores del sector, utilizando las medidas de fuerza sindicales como excusa para avanzar en su plan de venta.

Lo más grave de todo es que este nuevo ataque a una empresa estatal no es un caso aislado. El gobierno de Milei ha mostrado, desde el primer día, su total disposición a destruir el Estado, favoreciendo a ciertos sectores empresariales y dejando desprotegidos a los más vulnerables. Con la economía en caída, la pobreza y la indigencia en aumento, y con Argentina siendo el único país de Sudamérica que no crecerá en 2024, el presidente sigue adelante con su agenda de recortes sin importar las consecuencias.

El futuro de Aerolíneas Argentinas está en juego. Y con él, también lo está el futuro de miles de trabajadores y usuarios que dependen de su continuidad. Mientras tanto, el gobierno sigue celebrando sus políticas de ajuste, recorte tras recorte, sin detenerse a pensar en el impacto real que sus decisiones están teniendo en la vida de los argentinos.