Milei redobla la motosierra: Mas ajuste y desprecio por lo publico

Milei vuelve a arremeter contra el Estado, calificando a un sector de la oposición como "caranchos" y defendiendo una drástica reducción del gasto público. Mientras el ajuste avanza, sus palabras reflejan un profundo desprecio por lo que muchos consideran esencial para el bienestar social.

POLITICA NACIONAL

Por Camila Dominguez

10/23/20242 min read

Una vez más, el presidente Javier Milei ha vuelto a lanzar ataques contra el Estado en su intervención durante el Foro Económico Mundial, reforzando su narrativa de que "la motosierra está más prendida que nunca" y que la solución para Argentina es recortar drásticamente el gasto público. Según el mandatario, el objetivo es ponerle un "cepo al Estado" para siempre, con la promesa de que, de esa manera, se reducirán los impuestos y se "devolverá al sector privado lo que el Estado le robó". Sin embargo, estas palabras reflejan la obsesión de Milei por destruir lo público, sin considerar el impacto real sobre los argentinos.

Con un tono de desprecio hacia todo lo que huela a lo estatal, Milei no ha dudado en calificar a la oposición que lo critica como "caranchos" que solo buscan mantener sus "privilegios". Para él, solo aquellos que apoyan sus vetos y reformas pueden ser considerados verdaderos defensores del cambio, mientras que los que se oponen son acusados de "perseguir privilegios" y "caranchear votos".

El presidente habló de "reducción del costo laboral" como una de las supuestas soluciones para permitir que más personas ingresen al sistema laboral. Pero en realidad, esto significa mayor precarización para los trabajadores y salarios cada vez más bajos, en un contexto donde la inflación no da respiro y el poder adquisitivo sigue en caída libre. La reducción de impuestos anunciada solo beneficiará a un pequeño sector de empresarios, mientras que para los trabajadores de a pie, el ajuste se sentirá en carne propia con menos servicios públicos y mayores costos para acceder a derechos básicos.

Agradeciendo a un puñado de legisladores del PRO, el MID y algunos radicales que sostienen sus medidas en el Congreso, Milei intenta legitimar sus políticas de ajuste al envolverlas en una narrativa de "cambio verdadero". Sin embargo, el "cambio" al que se refiere se traduce en un deterioro constante de las condiciones de vida de los argentinos, quienes verán cada vez más reducidas sus oportunidades y derechos.

La ofensiva de Milei contra el Estado y los servicios públicos no es más que una cortina de humo para justificar la falta de políticas reales que mejoren la vida de la gente. En lugar de fortalecer el empleo, se propone recortar el gasto y ajustar a quienes más lo necesitan, mientras se siguen protegiendo los intereses de unos pocos.

El relato del presidente esconde la verdadera cara de un ajuste sin fin, que solo beneficia a las élites económicas y precariza al resto de la sociedad. Es momento de cuestionar a fondo este discurso violento y vacío que, lejos de ser una solución, solo perpetúa la desigualdad y la miseria en Argentina.