Milei, Trump y el nuevo tarifazo: la mentira del “libre comercio” y el precio de ser un país servil

Trump lo oficializó: todas las exportaciones argentinas ahora pagarán un arancel del 10%, cuando antes era apenas del 2%. El golpe afecta de lleno al acero, al aluminio y a sectores estratégicos. Pero mientras los mercados se desploman, sube el riesgo país y se hunden las acciones y bonos, el gobierno de Milei y los medios oficialistas intentan vender esto como un “beneficio exclusivo”. ¿Libre comercio? Puro humo. Nos prometieron acuerdos y ventajas por ser amigos de Trump, pero nos trataron como a cualquier país más. Y como si fuera poco, Milei volvió otra vez a Estados Unidos: a sacarse una foto, comer langostinos y recibir una gorra, todo pagado con nuestros impuestos.

POLITICA NACIONAL

Por Camila Domínguez

4/4/20253 min read

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció recientemente una suba generalizada de aranceles para todos los países que exportan a su país. La medida, que ya está en vigencia desde el 5 de abril, impone un piso del 10% de aranceles para todas las importaciones, golpeando de lleno a países como la Argentina, donde sectores estratégicos como el aluminio y el acero ahora deberán pagar más del triple de lo que pagaban antes: pasamos del 2-3% al 10%.

Lejos de encarar esta situación con seriedad y responsabilidad, el gobierno de Javier Milei eligió el camino del cinismo y el marketing. Mientras la economía nacional tambalea y los mercados responden con una fuerte suba del riesgo país y una caída de acciones y bonos argentinos, los medios oficialistas como La Derecha Diario intentan vender este tarifazo como un “logro diplomático” o incluso como “tarifas bajas” gracias al alineamiento con Trump. Una mentira a cielo abierto que no resiste el menor análisis.

El verso del libre comercio y la “relación especial” que nunca existió

Desde que asumió, Milei repite que Argentina se encamina hacia un tratado de libre comercio con Estados Unidos, que “seremos socios estratégicos”, que "TMAP", que “friends will be friends”. Pero la realidad muestra otra cosa: Argentina fue tratada como cualquier otro país del montón, y ni siquiera figura entre las prioridades comerciales de Washington.

Mientras Trump aplica los mismos aranceles a Argentina que a Chile, Bolivia, Colombia o Brasil, el relato libertario insiste en que hay una "relación especial". ¿Dónde están las ventajas? ¿Dónde está el supuesto libre comercio? ¿Dónde están las inversiones prometidas? No hay nada. Solo hay sumisión, servilismo y una diplomacia basada en lamer botas en lugar de defender los intereses nacionales.

Otra vez en EE.UU., otra vez con fondos públicos

Como si todo esto fuera poco, Milei volvió a viajar a Estados Unidos por décima vez desde que asumió la presidencia. Esta vez, para recibir un premio simbólico, una gorra de campaña y compartir una cena de lujo en Mar-a-Lago, la mansión de Trump en Florida. Langostinos, copas de cristal, moños, sonrisas, fotos y aplausos. ¿Los resultados? Ninguno. Ni un tratado, ni una inversión, ni una mejora para el pueblo argentino. Solo gastos. Todo, pagado con los impuestos de los argentinos.

Mientras tanto, Milei sigue sin visitar más de la mitad de las provincias argentinas. No pisa el conurbano bonaerense, no va donde están los problemas reales. No inaugura obras, no escucha a los productores, no se reúne con los gobernadores. Pero sí se sube a un avión cada 48 días para mendigar afecto en Estados Unidos. Lo único que le importa es la foto con Trump. Y así, el show del “anticasta” se convierte en la casta más cara de todas.

Lo único que quieren es que regalemos el país

Este nuevo tarifazo no es un accidente ni un error. Es parte de una política deliberada de Estados Unidos para presionar a los países periféricos y extraer recursos naturales a precio de ganga. Lo único que le interesa a Trump es que Argentina le regale sus tierras, su litio, su agua y su soberanía. Y Milei está dispuesto a entregarlo todo con una sonrisa, a cambio de una palmada en la espalda.

No hay beneficio exclusivo. No hay milagro económico. Lo que hay es una Argentina más endeudada, más dependiente, más frágil. Y un gobierno que vende patria envuelta en la bandera del libre mercado. La realidad no se tapa con gorras ni con slogans en inglés.

Lo que hizo Trump fue imponer aranceles. Lo que hizo Milei fue agachar la cabeza. Y lo que nos queda a los argentinos es pagar las consecuencias.