Milei y el FMI: el ajuste eterno que pagará el pueblo argentino
El decreto firmado por Javier Milei para el nuevo acuerdo con el FMI expone el verdadero desastre económico generado por sus propias políticas. Mientras el gobierno intenta disfrazar la medida como un paso hacia la reducción de la deuda y la eliminación del cepo, lo que realmente se revela es una situación crítica provocada por la brutal devaluación aplicada desde el inicio de su gestión. Lejos de traer soluciones, este acuerdo solo profundiza el endeudamiento, hipotecando el futuro de generaciones enteras para sostener un modelo que enriquece a unos pocos y condena a la mayoría a la pobreza.
POLITICA NACIONAL
Por Camila Dominguez
3/11/20253 min read


Javier Milei lo hizo de nuevo. Mientras el país está conmovido por la tragedia en Bahía Blanca, con familias buscando a sus seres queridos y una ciudad devastada, el Presidente aprovechó el caos y el dolor para firmar a escondidas un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que nos ata una vez más al Fondo Monetario Internacional. Pero no se dejen engañar: detrás de la retórica libertaria y las promesas de déficit cero, lo que Milei está reconociendo con este acuerdo es el desastre económico que él mismo provocó.
El gobierno quiere instalar la idea de que este nuevo programa con el FMI es para “reducir la deuda pública” y “avanzar en el camino hacia la eliminación del cepo”. Pero, si leemos la letra chica —o mejor dicho, la falta de letra— nos damos cuenta de que no hay ni montos, ni plazos claros, ni siquiera detalles de los intereses que vamos a pagar. Todo es potencial, todo es una promesa en el aire. Lo único cierto es que el país se sigue endeudando y el pueblo argentino es el que va a pagar la fiesta de unos pocos.
Milei habla de “fortalecer las reservas del Banco Central” como si no fuera él mismo el responsable del saqueo sistemático de dólares desde su devaluación brutal del 14 de diciembre de 2023. Esa devaluación nos llevó a una inflación descontrolada, a una pobreza creciente y a la destrucción del poder adquisitivo de los trabajadores. Ahora, en una jugada desesperada, reconoce la gravedad de la situación económica, esa misma que juraba tener bajo control mientras los medios amigos repetían el cuento del “mejor gobierno de la historia”.
Pero lo más grave de este acuerdo no es solo el endeudamiento feroz, sino la manera en la que lo están haciendo. Con este DNU, Milei se saltea al Congreso, ignora la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública y se otorga una autoaprobación digna de un monarca. Este no es el respeto a la República que tanto prometían; es un golpe institucional encubierto, una estafa a la democracia.
El modelo económico que promueve Milei es el mismo que ya fracasó en 2018 con Mauricio Macri: endeudarse para tapar agujeros y sostener un modelo financiero especulativo que beneficia a sus amigos y deja al pueblo cada vez más hundido. ¿O acaso alguien cree que este nuevo préstamo va a ir a la producción, a la industria nacional o a la creación de empleo? No, estos fondos se usarán para pagar la deuda del Tesoro con el Banco Central y para cumplir con las obligaciones del acuerdo de 2022. En pocas palabras, más deuda para pagar deuda.
Y mientras tanto, el pueblo sigue pagando. Pagamos con salarios pulverizados, con tarifas impagables, con una inflación que destruye cualquier ahorro y con un ajuste brutal que solo beneficia a los especuladores financieros. Pagamos con el futuro de nuestros hijos, hipotecado en nombre de un modelo económico que solo trae pobreza y dependencia.
No hay nada nuevo en este acuerdo con el FMI. Son los mismos actores de siempre: el mismo Fondo Monetario que impone recetas de ajuste, el mismo equipo económico que ya fracasó con Macri, los mismos beneficiarios de la bicicleta financiera y las mismas víctimas: el pueblo trabajador.
Pero hay algo que sí está claro: esta deuda infame no la vamos a reconocer. Porque no es una deuda del pueblo argentino, es una deuda de Milei, Caputo y sus socios, tomada a espaldas de la gente y en beneficio de unos pocos. La historia ya nos mostró lo que pasa cuando entregamos nuestra soberanía al FMI: hambre, desocupación y crisis. No vamos a permitir que se repita.