Un ajuste contra las provincias: el transporte público del interior desamparado por el gobierno de Milei

El gobierno de Javier Milei continúa demostrando que sus políticas están lejos de representar los intereses de las mayorías populares y, en especial, de las provincias del interior. En una medida que evidencia la centralización de recursos y el desinterés por el federalismo, la Casa Rosada redujo los subsidios al transporte público en el interior del país a su nivel históricamente más bajo

POLITICA INTERIOR

Federica Perez

1/9/20252 min read

Según datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-CONICET, en 2024 el transporte público de las provincias recibió apenas el 10% de los subsidios nacionales destinados al área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Esto implica que, por cada diez pesos que la Nación invierte en trenes, colectivos y subtes del AMBA, solo un peso se destina al conjunto de las provincias. La situación es aún más alarmante si se compara con la década pasada: durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, esa proporción era de 45 pesos para el interior por cada 100 destinados al AMBA.

Un ajuste brutal para el interior

El recorte implementado por el gobierno de Milei afecta directamente a las familias trabajadoras y a los sectores más vulnerables del interior del país. En términos reales, la caída en los subsidios al transporte fuera del AMBA alcanzó un impactante 73%, mientras que en el área metropolitana la reducción fue de apenas 20%. Este desigual ajuste fiscal genera una concentración de recursos en Buenos Aires y deja al interior desamparado.

El Observatorio destaca que, en cifras absolutas, el recorte de los subsidios nacionales al interior permitió al gobierno un ahorro de $175 mil millones durante 2024. Sin embargo, ese "ahorro" recayó casi exclusivamente en los bolsillos de los usuarios del interior, quienes deben enfrentar tarifas cada vez más altas, mientras ven deteriorarse la calidad y frecuencia de los servicios.

El federalismo en jaque

La discriminación contra las provincias no es nueva. Durante el gobierno de Mauricio Macri, la proporción de subsidios al transporte del interior ya había caído al 20% en 2019. Sin embargo, las políticas de Alberto Fernández lograron estabilizarla en torno al 30%, un porcentaje que, aunque insuficiente, era mucho más equitativo que el 10% actual. Con Milei, las provincias enfrentan el nivel más bajo de ayudas estatales en la historia reciente.

El deterioro también tiene un impacto directo en las economías regionales. Los altos costos del transporte afectan la movilidad de trabajadores, estudiantes y pequeños comerciantes, aumentando las desigualdades entre el interior y el AMBA. Mientras tanto, la Casa Rosada parece ignorar las necesidades del interior, priorizando una vez más a la región más rica y poblada del país.

Una visión porteñocéntrica

El modelo de ajuste del gobierno de Milei evidencia una clara intención de concentrar el poder y los recursos en el AMBA, consolidando una "porteñocracia" que desprecia el desarrollo equitativo del país. Este tipo de decisiones no solo desatienden las necesidades del interior, sino que también violan el principio básico del federalismo, que debería garantizar una distribución justa de los recursos entre todas las provincias.

La historia del peronismo nos enseña que un país solo puede crecer si todos sus rincones se desarrollan. La defensa del federalismo y la justicia social exige revertir este tipo de medidas, que golpean directamente a los sectores populares del interior y profundizan las desigualdades. Las provincias merecen mucho más que un peso por cada diez que se invierten en el AMBA. Merecen un gobierno que las respete, las escuche y las incluya en el proyecto de Nación.