Un año de ataques: uno de cada tres jubilados pasa hambre

En Argentina, uno de cada tres jubilados pasa hambre mientras el gobierno insiste en mentir sobre su situación. Informes revelan que el 73% vive en la pobreza, pero Milei los desprecia con recortes y falsedades. Un ataque cruel e indignante a quienes deberían ser cuidados y respetados.

POLITICA NACIONAL

Por Armando Ramirez

12/27/20242 min read

En un país que alguna vez se enorgulleció de cuidar a sus mayores, el gobierno de Javier Milei ha transformado a los jubilados en el blanco más indefenso de su gestión. Según un impactante informe de la Cruz Roja Argentina, uno de cada tres jubilados pasa hambre, con necesidades alimentarias poco o nada satisfechas. Este dato no es casualidad: es el resultado de un año entero de ataques sistemáticos contra quienes deberían estar disfrutando de una vida digna después de décadas de esfuerzo.

El 73% de los jubilados vive por debajo de la línea de pobreza, de acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional General Sarmiento. Mientras tanto, Milei y su ministro Luis Caputo mienten descaradamente al asegurar que solo el 15% de los adultos mayores son pobres. Utilizan estas cifras manipuladas como excusa para justificar recortes, ajustes y políticas que han hundido aún más a nuestros abuelos en la miseria.

La violencia no solo es económica. Durante todo el año, los jubilados han sido víctimas de una represión despiadada. Cada vez que salieron a las calles a reclamar lo que les corresponde, se encontraron con gases lacrimógenos, palos y un Estado que responde con brutalidad a sus justas demandas. A esto se suma el recorte en medicamentos esenciales, que antes eran gratuitos, y los aumentos miserables en sus haberes, que no alcanzan ni para cubrir la canasta básica.

El valor real de una canasta para un adulto mayor, considerando sus necesidades de salud y alimentación, se estima en $366.171. Sin embargo, la mayoría de los jubilados cobra menos de $340.000. Es imposible que puedan subsistir con dignidad en estas condiciones.

Milei tuvo el descaro de afirmar que los jubilados "le están ganando a la inflación". Mientras tanto, el 29% de ellos no puede cubrir sus necesidades alimentarias básicas, y el 46% asegura que su economía está en ruinas. Estas cifras reflejan no solo el fracaso económico de este gobierno, sino también su desprecio absoluto por quienes dedicaron su vida al país.

Las mentiras y los ataques han sido constantes. En lugar de proteger a nuestros abuelos, el gobierno los expone al hambre, los reprime en las calles y los condena a elegir entre comprar comida o medicamentos. No hay excusa para esta crueldad deliberada.

Es indignante que en una nación con valores de familia y cuidado, el Estado responda con violencia y abandono hacia los más vulnerables. Los jubilados no son una carga, son nuestra historia y nuestra memoria. Este año, el gobierno de Milei ha demostrado no solo su incapacidad, sino también un desprecio alarmante por los derechos humanos básicos. Es hora de alzar la voz y exigir justicia para quienes han trabajado toda su vida y merecen algo mejor que esta traición.