Un nuevo golpe a la ciencia argentina: el Gobierno consolida un recorte del 27% para 2025

El gobierno de Javier Milei consolida un recorte del 27% en el presupuesto para la ciencia en 2025, mostrando nuevamente su desprecio por el desarrollo científico y tecnológico. Mientras los proyectos se paralizan y los talentos emigran, el Ejecutivo gasta recursos en trolls pagos para sostener su propaganda. Un golpe directo al futuro del país y a la soberanía del conocimiento.

POLITICA NACIONAL

Por Camila Dominguez

1/2/20252 min read

El 2025 arranca con nubarrones para la ciencia y la tecnología en Argentina. El gobierno de Javier Milei vuelve a demostrar que la ciencia no figura en su lista de prioridades. Con la prórroga del presupuesto por segundo año consecutivo, el sector enfrenta un recorte real del 27% en fondos y subsidios, consolidando una caída estrepitosa en la inversión estatal en investigación, desarrollo e innovación.

Lejos de buscar soluciones, el Ejecutivo no presentó ningún intento serio de discusión presupuestaria en el Congreso. Esto permite una discrecionalidad total en la asignación de recursos, dejando al sector científico al borde de la parálisis. Mientras tanto, las instituciones científicas ven cómo sus presupuestos se esfuman, afectando gravemente proyectos en curso, salarios y la infraestructura básica para operar.

Un sector ahogado por la indiferencia

En términos reales, organismos clave como la Agencia I+D+i y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología han visto reducciones alarmantes en su poder adquisitivo. Por ejemplo, la Agencia perdió el 64% de su presupuesto en términos reales en 2024. Y ahora, con este recorte del 27% consolidado, la situación empeora.

El panorama se extiende a universidades nacionales y organismos como el INTI, que han acumulado pérdidas presupuestarias de más del 30% en los dos años de gestión de Milei. Incluso la Ley de Financiamiento de la Ciencia, que estipulaba que la inversión debía alcanzar el 0,39% del PBI, ha quedado en el olvido, con una inversión actual que apenas roza el 0,216%.

Prioridades equivocadas

Mientras la ciencia lucha por sobrevivir, el Gobierno parece tener claro dónde están sus prioridades. Más allá de las excusas sobre “austeridad” y “ajuste fiscal”, se destinan recursos millonarios a una red de trolls pagos para inundar las redes sociales con propaganda oficialista, mientras el futuro del país es relegado al olvido.

La ciencia no es solo un gasto: es una inversión estratégica para el desarrollo, la soberanía tecnológica y la calidad de vida de la población. Pero en la visión de este gobierno, el conocimiento parece ser un obstáculo y no un motor de crecimiento.

Una política de abandono total

La comunidad científica denuncia que este recorte presupuestario no es solo un error, sino una decisión política deliberada. Los proyectos se paralizan, los talentos emigran, y cada vez más investigadores deciden no ingresar a la carrera científica debido a la falta de oportunidades.

Mientras tanto, los discursos oficiales insisten en la “eficiencia” del gasto público y en supuestos planes de desarrollo que nunca llegan. La realidad, sin embargo, habla de un país donde la ciencia y la educación son sacrificadas en nombre de un ajuste que solo beneficia a unos pocos.

El recorte del 27% no es solo un número: es la pérdida de oportunidades, innovación y soberanía. Es un golpe a las generaciones futuras y un mensaje desalentador para quienes creen en el poder transformador del conocimiento.

Si este gobierno sigue demostrando su desprecio por la ciencia, ¿quién velará por el futuro del país? La Argentina merece un gobierno que entienda que el progreso no se construye con trolls, sino con conocimiento, investigación y el trabajo incansable de quienes luchan por un futuro mejor.