¡Una rebajita del 4%! El “milagro” de Milei que cuesta 120 lucas el tanque

Mientras el gobierno celebra con bombos una baja del 4% en la nafta, los argentinos siguen pagando 120 mil pesos para llenar un tanque, sube el transporte y aumentan los peajes. Una migaja disfrazada de milagro en medio de un ajuste brutal. La realidad no se maquilla con relatos: el pueblo ya no se traga el verso. Y mientras el país se prende fuego, Milei asegura que su "gabinete paralelo" está formado por sus perros muertos. Esto ya no es ideología: es delirio disfrazado de poder.

POLITICA NACIONAL

Por Armando Ramirez

4/29/20252 min read

Después de aumentar la nafta un 311% desde que asumió, el gobierno libertario ahora festeja una baja del 4% como si nos estuvieran regalando el paraíso. Titulares sobreactuados, tuits celebratorios, trolls eufóricos: todo porque YPF redujo un 4% el precio del combustible. Pero como suele pasar con este gobierno de globos pinchados, el “logro” viene con trampa: desde que asumieron, la nafta subió un 311%. ¿En serio quieren una ovación por devolvernos una miseria de lo que ellos mismos nos sacaron?

Hoy llenar un tanque de camioneta cuesta 120 mil pesos. Un salario entero se va en combustible. Pero no sólo eso: el transporte público también subió, y los peajes aumentan sin freno. O sea, baja la nafta (poquito), pero todo lo que depende del transporte se encarece. ¿A eso le llaman “alineamiento con el mercado”? ¿O simplemente nos están tomando por giles?

¿De qué se ríen? ¿De nosotros? . Suben los peajes, sube el transporte público, sube TODO… y pretenden que celebremos una “rebaja” que es una miseria, apenas un espejismo en un desierto que ellos mismos provocaron.

En medio de tanta propaganda oficialista, un motoquero dijo en una estación de servicio lo que muchos piensan pero pocos dicen frente a una cámara: “La nafta es un commodity, sabemos que tiene un precio internacional. Si en todo el mundo bajó un 15% y acá solamente un 4%, ¿cuál es la realidad?”. Clarito. La realidad es que este gobierno no tiene ni idea de lo que pasa en la calle… o peor: lo sabe y no le importa.

La realidad es que ya no les cree nadie. Ni el que anda en moto, ni el remisero, ni la madre que lleva a sus hijos en auto a la escuela. El pueblo empieza a entender que detrás del marketing libertario, sólo hay un ajuste brutal sostenido por un relato que se cae a pedazos. Pero claro, en sus redes repiten que bajó la inflación, que el dólar está quieto, que ahora hay “orden macroeconómico”… Sí, claro, pero la comida no se puede comprar, el trabajo no alcanza, y viajar es un privilegio de ricos.

Pero por si la cosa no fuera lo suficientemente delirante, Milei no se conforma con el caos económico. Mientras el país se revuelca en la miseria, el presidente dice que se guía por un “gabinete paralelo” compuesto por sus perros muertos. Y cada uno tiene su función mística: Milton muestra el futuro, Conan diseña la estrategia, Robert lo contiene emocionalmente. Así gobierna el libertario: con las ideas de Murray Rothbard en una mano y el alma de Conan en la otra. ¿Qué sigue? ¿Una sesión espiritista en Casa Rosada?.

El problema no es la nafta, ni el dólar, ni siquiera la inflación. El verdadero drama es la desconexión total con la realidad. Un presidente que festeja una baja del 4% en un precio que él mismo multiplicó por cuatro. Un gabinete que no existe. Y un país que se desangra mientras le piden paciencia, fe ciega y, ahora, gratitud. Estamos gobernados por un delirante que juega con peluches mientras el país se incendia. No es ajuste, es sadismo. No es “nueva política”, es una estafa.

¿Hasta cuándo vamos a soportar esta mezcla de cinismo e incompetencia? Porque si este gobierno venía a “combatir la casta”, ya quedó claro que sólo vino a reemplazarla con una versión más inútil, más cruel y más ridícula.